"El Otoño ya pisaba los árboles, amo el marrón de las hojas"
Y estábamos a mitad de Noviembre, amaba los árboles, las clases estaban a punto de concluir, el semestre era corto y nos graduaríamos para irnos a la universidad, a finales de este mes se haría el baile de graduación o el "baile de Otoño-Invierno" esperaba ser invitada por Tobi, aun no éramos nada oficial pero hablábamos debes en cuando.
¿Qué paso con Lea? Bueno, ya no hablamos más, ni Rut ni nadie de ellos me hablan pero eso dio pie a que los gañanes molesten a Tobi, me siento culpable pero mi impulso de celos acumulados con el coraje de la hipocresía de esa niña "nice" me hizo estallar. A estas alturas del semestre ya no me interesaba tener amigos, estaba interesada en terminar para comenzar la universidad y estudiar fotografía, realmente mis padre no me habían dado nunca una cámara ellos no les gustaba eso, ellos preferían que fuera abogada o contadora, a mí no me gustaba eso.
Este fin de semana no tenía nada planeado así que quizá solo vería películas, me acerque a mi locker y del cayo un papel con una nota "Te veo a la vuelta de la escuela deja tus cosas en el locker, Tobi", mordí mi labio guarde todo menos mi cartera, fui afuera y camine sigilosamente por el costado de la escuela, separe mis labios al ver una hermosa moto estilo "Chopper", mire a Tobi que estaba recargado en el muro sonriéndome.
- ¿Te gusta? Es nueva la compre por fin, junte mucho para obtenerla. – él se subió y me miro sobre su hombro. – Vamos ¿Qué esperas? – sonreí nerviosa y me subí abrazándolo fuerte.
- Pero ve despacio. –cerré los ojos.
Al encender la moto me puse más nerviosa aun, el arranco y yo solo le apreté la chaqueta, él estaba feliz, me relaje mire los árboles, sentía como el viento acariciaba mi cabello, pero lo más importante era que mis brazos rodeaban su cintura, un sentimiento me inundo el cuerpo, alegría, por primera vez me sentía libre, él era mi libertad.
Llegamos a las tiendas de las ciudad, pero no paramos ahí, me llevo más adelante, entramos a ese barrio que tanto me había dado miedo, se estaciono una casa pequeña y linda, bajamos, el metió la motocicleta al garaje, yo mire atenta la casa que era muy linda. Al acercarse a mi caminamos de regreso a la ciudad.
- ¿Vives ahí? Es muy lindo – el me miro y dio una leve sonrisa.
- La primera que lo dice. Gracias. – le sonreí, llevaba mi bolso y no dude en desocupar una de mis manos para tomar la suya, el miro nuestras manos y sostuvo la mía.
Al llegar a las tiendas nos detuvimos en la tienda de helados.
- Compremos un helado. –saco monedas y me miro, me ruborice.
Pedí al encargado uno de chocolate y el pidió otro, cuando estuvo a punto de pagar pague yo y reí.
- Deja que invite anda –le sonreí amable, el guardo su dinero y tomo el helado.
Caminamos por las calles comiendo, Tobi miro una tienda de instrumentos, entramos, estaba maravillado con todas las guitarras, miraba su rostro lleno de luz casi como un niño pequeño en una dulcería, me acerque y pregunto por una guitarra acústica muy hermosa, el precio era muy alto, pude notar como se le iba el aliento, me rompió el corazón.
Decidió salir de ahí, lo mire y decidí romper el silencio.
- ¿Cuándo es tu cumpleaños? – le pregunte –el me miro sonriendo.
- Mi cumpleaños ya paso, fue en Marzo – rio bajo y me encogí de hombros.
Después de caminar más adelante, tienda tras tienda, veíamos ropa, accesorios, discos, nos estábamos divirtiendo, al llegar a la tienda de electrónicos mire una cámara de fotos instantáneas, de esas tan hermosas y baratas, separe mis labios y me pegue al cristal, mire mi bolso, sentí su mirada al notarme entusiasmada, no llevaba mucho dinero, suspire y voltee a verlo, sonreí frágil.
- ¿Te gusta? –señalo la cámara.
- Oh... si pero no importa, la comprare después. – sonreí para él.
El entro a la tienda, lo seguí sorprendida, lo vi en el mostrador hablando con el encargado, este le trajo una cámara en caja, vi como saco el dinero de su bolso y la pago, corrí hasta él y era tarde, ya tenía la cámara en sus manos... rayos, mis ojos se cristalizaron de alegría, pena todo porque sabía que no llevaba tanto dinero, nadie había hecho algo así por mi yo... le abrace tan fuerte que el soltó el aliento.
Salimos de ahí y lo codee.
- No debiste... yo no sé cómo agradecértelo. –mire está sonriendo, la saque, la prepare, deje la caja y lo enfoque sonriendo.
- Te veías tan linda en el cristal – rio y bajo la cámara.
Reí y suspire suave, lo tome de la mano y corrí con él, corrimos tanto que parecía que quería escaparme con él, debía escaparme con ese grandioso chico.
Llegamos hasta un campo, caminamos un poco más, nos sentamos en las hierbas, el atardecer era hermoso, le tome algunas fotos mientras estaba descuidado, reíamos y nos abrazábamos, después de un buen rato ahí comenzó a caer gotas, nos levantamos riendo, tome tu mano corriendo, corrimos como locos a mi casa pero fue inútil.
Al llegar por su casa ya estaba lloviendo, nos detuvimos jadeantes, lo voltee a ver y reí mucho, nos quedamos en un silencio corto y abrace su cuello con un brazo, bese sus labios cerrando los ojos, era un beso suave y tierno, él tomaba mis mejillas, seguimos caminando.
Éramos dos tortolos enamorados, al llegar a mi casa nos quedamos afuera de mi casa empapados, reí bajo y lo mire, acaricie su mejilla fría y mojada.
El me beso de vuelta, después de separarnos el sonido de la puerta nos interrumpió, mi padre, ahí estaba mirándonos molesto.
- Papa... lamento yo, él es él es Tobias pa es...-mire a Tobi.
- ¿Su novio? – mi papa lo miro con desaprobación.
- Si, si señor un gusto. –Tobi extendió su mano a él.
- El mío no, adentro Madison, a ti te quiero cuidadoso. –cerro la puerta en su cara después de que yo entre, lo mire molesto y corrí a mi cuarto, me encerré y escondí la cámara.
Después de ducharme saque las fotos de mi bolso, mire la de Tobi, sonreí y la puse en mi muro con una pequeña chincheta, nada nos separaría... nada.
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If you have ghosts
Teen FictionDe día era un total desconocido pero de noche era el mejor cantante y guitarrista de los bares del barrio, sabía que un día seria grande , confiaba en él , confiaba en su talento y más que nada confiaba en lo que él me hacía sentir, era diferente...