Burbujeando

Capítulo nueve.

La semana junto a Ricardo pasó volando. Las clases comenzaron a ser hasta divertidas y a su lado sentía que la vida era un poco más sencilla. En casa todo era como siempre, llegaba de clase y me encerraba en la habitación. Evitaba, como podía, hablar con Claudia y a Pablo ni le miraba.

Pero en seguida llegó el viernes y al terminar las clases, Claudia me llevó, de nuevo, al lugar donde menos me apetecía estar, el laboratorio.

Nada más llegar me llevaron al despacho verde de la señora Diaz.

-Buenas tardes, Alicia. ¿Qué tal la semana?, ¿qué se siente al vivir con otros humanos?

-Muy bien. Todo es genial. ¿Me puedo ir ya?

-Por lo que veo no te fías demasiado de mí, y por lo que me ha dicho Claudia, de ella tampoco.

La miré con cara de pocos amigos. ¿Cómo me iba a fiar de la mujer que me ha arruinado la vida? Y de Claudia prefería no hablar, la mujer en la que más confiaba y la que más me ha traicionado. Era mi apoyo en los malos momentos, era la única persona con la que podía contar para todo. Era, al fin y al cabo, mi madre. Pero ya no tengo madre. Ahora estoy sola. Bueno, siempre lo he estado, pero antes no me daba cuenta. -Está bien.- Me dijo.-Acompáñame.

Me llevó a la sala continua y me ordenó que esperara. Al rato volvió con una mujer que tenía el pelo rosa. Nunca había visto a nadie con ese pelo y me llamó muchísimo la atención. -Alicia, te presento a María. Es la psicóloga del centro. A partir de hoy quiero que todos los viernes vengas a hablar directamente con ella. Bueno, os dejo. Que se os dé bien la sesión. Adiós.

-Encantada Alicia.

-Hola.

-¿Sabías que tu nombre proviene de la palabra griega Alétheia que significa "verdad"?
Y la verdad es la lucha constante contra la ocultación y la ignorancia. La verdad es lo que no pertenece al olvido, es lo que se vive y se experimenta. Esa eres tú, eres verdad.
Pero necesito conocerte, de verdad. Quiero saber cómo piensas, cómo ves el mundo.
Así que a partir de ahora es muy importante que confíes es mí. Desde ahora, este será "el prado de Alétheia", será la sala de la verdad.
Te prometo que todo lo que me digas quedará aquí. Así que,¿cómo estás?