¿Por qué se me ocurrió quererte? (Kougami x lector - Psycho Pass)

Como si fuera mentira

Nota de la autora: Bueno, antes que todo. Primero quiero agradecerle a todas las personas que han leído, votado y comentado en mi historia. La verdad es que me siento feliz cuando veo el progreso que tiene, hehe.
Esta es la primera historia que subo y me agrada que le haya ido bien.
Espero que siga siendo de su agrado.
¡¡Muchas gracias a todos!!
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* Al día siguiente *

Era una mañana de sábado cálida y agradable; los pájaros cantaban, los niños jugaban en el parque con sus familias, la gente salía a trotar por las calles, o a dar paseos en bicicleta. Todo era armonía, amor y felicidad, pero el corazón de (___) no tenía nada de eso. En su corazón solo había frío, soledad y trozos de lo que alguna vez fue un corazón con alegría viva.

Aquella mujer estaba durmiendo en la cama de su hermana menor. Dormía profundamente, dormía para calmarse; para despejarse, para no vivir su realidad... dormía para soñar con un mundo mejor.

- ¿Cuánto tiempo crees que dormirá? - Mitsuru le preguntaba con la boca llena a su hermana en el comedor.

- No lo sé... pero no quiero verla de esa forma - Se deprimía con solo pensar en su hermana.

- Ya se recuperará, solo es algo momentáneo. Ya verás que dentro de algunos días estará de vuelta nuestra querida hermanita - Intentaba animarla con su tono fraternal.

- Si, eso espero - Le dio una sonrisa deprimida y terminó de comer su pan.

- Será mejor que no te preocupes por ella y pienses más en ti, ¿de acuerdo? Termina tu leche rápido para llevarte a tus clases de violín, que ya te estás demorando mucho - Le sonreía animoso.

- Ya lo sé, sólo me falta un sorbo - Le dio el último sorbo a su leche y se levantó de la silla para recoger su mochila con su violín y correr a la puerta - Ahora eres tú el que se demora - Sacaba su lengua burlándose de él.

- ¿Pero qué...? ¿Cómo hiciste eso tan rápido? ¡Yo te enseñaré quién se demora! - Saltó de la silla tomando las llaves de su auto y voló hacia la puerta al lado de su hermana. Ambos salieron y cerraron la puerta tras de si.

- Que ruidosos son... - Pensaba la mujer mayor, tapada hasta la cabeza - Al menos ellos si están bien - Trataba de auto consentirse - Creo que no sirve de mucho estar acostada todo el día. Debería hacer algo productivo para despejarme un poco - Se destapó completamente y se sentó en el respaldo de la cama - Bien... y ahora, ¿Qué debería hacer? ¿caminar?, ¿correr?, ¿pasear?, ¿bailar?.... ¿Cómo demonios me despejo? - Se agarraba los mechones de pelo y los revolvía mientras escondía su cara en sus piernas - No quiero hacer algo, pero tampoco quiero estar tirada en la cama... quiero... quiero... Ay, ¿qué quiero? - Cayó de espaldas a la cama con los brazos abiertos - Qué debería ha-

*Riiing Riiing*

- ¿El teléfono? no quiero contestar... - Se sentó nuevamente en el respaldo de la cama y estiró con flojera su brazo para contestar el teléfono - ¿Si? Diga.

- Buenos días... esto... ¿Con quién hablo? - Se escuchaba una voz vacilante y tímida al otro lado de la línea.

- ¿Qué con quién hablas? ¡Con quién hablo yo! Quien llama debería decir su nombre primero - Se había despertado de mal humor e iba a seguir estándolo.

- ¡Oye pero que grosera eres! para que lo sepas, soy Mika Shimotsuki, y no llamé para hablar contigo, ¿sabes? llamé para hablar con-

- No me interesa con quien quieras hablar, "¿sabes?" - Imitó su voz en tono burlón - Y además, ¿quién demonios eres tú?