¿Me haces un favor?

Primera vez

Nuevamente Logan se acercó, me tomo de las caderas, nuestras miradas se cruzaron, ni uno se movía, nuestras respiraciones de combinaban en el poco espacio entre nuestros rostros, Logan es mas alto, así que tenía que tener mi mirada hacia arriba, era un momento lindo y tranquilo, no había necesidad de hablar, parecía que nuestros cuerpos ya lo estaban haciendo.
Su mano subió por debajo de mi camisa, su piel fría me hizo un cosquilleo, tome la iniciativa y junte nuestros labios, sentía la necesidad de saborear sus dulce labios, poco a poco comenzamos a caminar hacia mi cama sin separarnos, me coloco en la cama con suavidad, el beso término pero sólo lo hizo para quitarme la camisa, mi cara se puso roja, Logan se separo y se quito su camisa de botones, mire su bien trabajado abdomen, sus brazos mostraban sus muy bien trabajados músculos, desvíe la mirada, me sentía menos, mi cuerpo apenas si tenia forma, estaba flaco por esos días en los que no probaba ni un solo bocado y las cicatrices y las heridas frescas.
Logan se acerco y continuamos con el beso, me sentía extraño, jamas había hecho esto, no sabia que hacer, sus besos bajaron por mi cuello hasta mis pezones, con cada acto, con cada movimiento de este hombre me sentía feliz, triste y extraño, sin importar lo que sentía, no lo detuve, mi cuerpo me pedía mas.
Sus manos bajaron hasta mis pantalones, los desabrocho y se deshizo de ellos con una rapidez, comenzó a jugar con mi parte intima, era un dolor placentero.
Los gemidos no se hicieron esperar, tan solo veía la cara de ese hombre que me estaba haciendo sufrir, que me hacia llorar, reír, y lo tengo que admitir, me hacia sentir amor, ya no lo podía negar, eso es lo que sentía, amor, sentía amor por primera vez en mi corta vida.
Cerré los ojos para disfrutar mas del momento, los besos, acaricias y gemidos siguieron, sentía mi respiración agitada, el calor era sofocante pero el placer los hacia de menos.
Sentí como Logan se posicionaba entre mis piernas, sabia lo que pasaría, cerré mis ojos con mayor fuerza, de nuevo sus labios se posicionaron en los mios, pero estos estaba tibios y húmedos, era otra sensación.
-Abre los ojos- su voz se escuchaba ronca -Alberto, ve me- poco a poco abrí mis párpados, su cara roja, las gotas de sudor bajando por sus mejillas, Logan era hermoso -eres tan lindo- sus palabras me llegaron al corazón.
Me sentía mas feliz, las yemas de sus dedos pasaron por mis heridas, sentí un pequeño ardor, sus labios recorrieron el mismo caminos por mi cuellos, mi pecho, estómago, de ahí se fue a mis manos, beso mi dorso, y subió a mis heridas, las beso con cuidado, acarició cada cicatriz, sus besos viajaron hasta mis muslo e hizo el mismo acto con las cortadas que tenia, seguí disfrutando.
-Eres tan perfecto, pero- su voz de escucho decaída -prometerme que no te volverás a lastimarte.
Sus ojos mostraban tristeza, pase saliva.
-Te... te lo prometo.
De la nada un fuerte dolor me invadió, era un dolor insoportable, se sentía extraño, las lágrimas salieron, Logan se acerco a mi cara y siguió besándome, no se movía, lleve mis manos a su espalda y enterré mis uñas en ella, Logan soltó algunos gemidos, se acerco a mi oreja.
-Por fin somos uno.
Se empezó a mover, adentro, afuera, de una manera lenta.
El dolor desapareció sustituyéndolo por placer, los movimientos se volvieron rápidos, la habitación se había llevado de gemidos y de ese morboso sonido de nuestras pieles chocando.
Era una gran felicidad, uno solo con Logan, el hombre que había entrado a mi corazón en unos días, el que me pedía que saliera adelante, el que me animaba a ya no seguir sufriendo y salir de este agujero en el que me había metido.
Las lágrimas seguían saliendo pero ahora eran de alegría.
Jugaba con sus cabellos en la nuca, daba algunos besos en su cuello, enterraba mis uñas en su espalda en cada movimiento. Hasta que por fin los dos llegamos a ese placer único en la vida.
Entre jadeos y respiraciones exageradas, Logan se acostó a mi lado, nos miramos por unos segundos mas.
-Logan ¿me puedes prometer algo?
-Claro.
-Si un día te pido que mates a alguien, lo harás.
-Que idiotez acabas de decir.
Por algún motivo sentía la necesidad de pedirle aquello, no sabia el motivo pero esa necesidad de pedírselo me estaba matando.
-Por favor Logan promete lo.
-Esta bien, te lo prometo, ahora duerme te.
Una sonrisa se dibujo en mi rostro, este momento es único y especial, pase mis brazos por su torso, su calor y su piel suave y húmeda por el sudor hacían una combinación única.
Es una alegría que no podría expresar, tener a la persona que amas de esta manera es grandioso, cerré mis ojos, quería disfrutar cada momento, su olor a desodorante me están embriagando, sentí su mano en mi cabeza acariciando mi melena un poco larga, no quería que el momento terminara, mi respiración se había controlado, las últimas lágrimas salieron y mi corazón volvió a su ritmo normal.