Desde El Comienzo en Hogwarts (Fred Weasley)

17

Salimos temprano y seguimos la dirección que los gemelos me indicaron en su carta.

Llegué más o menos sobre la hora del almuerzo y los Weasley junto a Harry se asomaron a recibirme, y si os soy sincera me moría de vergüenza porque era una extraña que de buenas a primeras aparece en una casa que ya tiene bastante con tantos integrantes.

-¡Hola, cielo!Tu debes ser Ana- una mujer bajita y algo rechoncha me saludó con mucha amabilidad.-Los chicos nos han hablado a Arthur y a mí mucho de ti.

-Gracias por...por aceptar que viniese, siento si soy una molestia.

-¡Anda ya, cariño!Aquí eres bienvenida- se despidió de mis padres y me invitó a pasar.

-¡Has venido!-gritaron los gemelos mientras bajaban las escaleras a toda velocidad.

-Yo también me alegro de veros, chi...cos- antes de terminar me vi abrazo-sandwich.

-Fred, George, la vais a ahogar- les reprime su madre.

Tras la bienvenida, los chicos me dijeron que podía dormir con Ginny en su habitación, les dije que no era necesario ya que no conozco mucho a su hermana pequeña y  no creo que le hiciese mucha gracia que una extraña invada su espacio personal. Pero Ginny que ya sabía que iba a venir estaba más bien entusiasmada con la idea de tener compañía femenina además de su madre, me llevó hasta su habitación, me ayudó a soltar el baúl y me dijo que estaba como en mi casa.

Los gemelos algo indignados por el hecho de que pasara el tiempo con Ginny en vez de con ellos, se presentaron ambos en la puerta de la habitación de su hermana con los brazos cruzados y con una extraña sonrisa en su rostro.

-Hermanita...-dice Fred canturreando.-Creemos...-continúa George.- Que tienes algo nuestro.

-Yo no tengo nada vuestro- se molesta Ginny.- Ana no es un objeto por si no lo sabéis, así que no tengo nada que os pertenezca- finaliza sonriente.

-Vale, quizás no tengas algo que nos pertenezca a nosotros, peeeero- rueda los ojos George.

-Nosotros sí tenemos algo tuyo- termina Fred levantando su mano derecha y enseñando una pequeña libreta negra.

-¿De dónde habéis sacado eso?- Ginny se levantó corriendo, muy alterada.- Devolvédmelo.

-Chicos no me puedo creer que seáis tan malos con vuestra propia hermana- les reprimí.-Devolved ahora mismo lo que le habéis quitado.

-Pe-pe-pero...-tartamudean- ¡Ana!- gimotean.

-Ahora- les miro amenazante y le devuelven a Ginny su libreta.- Y claro que pasaría tiempo con vosotros, par de idiotas, pero ella necesita más la compañía femenina que vosotros.

-Vale, vale...sólo...nosotros...- les corté.

-Vosotros nada, ahora me quedaré con Ginny y vosotros os divertiréis solos, ala- los eché de la habitación y cerré la puerta.

-Eres genial- rió Ginny.- ¿Seguro que no prefieres estar con ellos en vez de conmigo?-dijo algo apenada y abrazando su libreta.

-Pues claro que me gusta estar contigo, además eso sacará de quicio a ese par- ambas nos reímos.