Entre risas y llanto

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tres meses después.

Sin más nada que decir estoy encantada con este lugar. –en voz baja hablando sola con su nueva vida, Corina luego de estar tres meses sola, todo era alegría y diversión pero también era tristeza no podía sacar de su mente esa discusión que tuvo con su padre por algo tan insignificante, todas las noches lloraba quería que entrara en razón, pero sabía que regresando iba empeorar más las cosas, no quería saber nada de nadie así que desconecto el teléfono de la sala y apago su teléfono paso dos semanas de vaga durmiendo luego que despertaba se colocaba en posición fetal a llorar por tantos recuerdos, extrañaba estar en casa, hasta pensó en suicidarse, pero no era tan valiente como para hacerlo.

Así que tomo una hojilla de su estuche de maquillaje esa tarde y se fue directamente al baño, ya no aguantaba mas, se desplazo lentamente hasta caer en el frió suelo, tomo su brazo izquierdo una piel tan suave y sin ninguna marca quedaron de testigo para ver horror de su locura, entre llantos paso la hojilla por su piel varias veces hasta ver la sangre tan escandalosa avanzara por su piel, al sentir la adrenalina si saber si podía acabar con su vida, hasta que un momento recapacitaba y soltaba esa arma tan pequeña de peligro mortal y se colocaba a llorar arrepentida el ardor era imparable, hasta levantarse del suelo y limpiar todo y continuar con una vida normal . Todos los días se asomaba por su ventana a ver a las personas que pasaban, ver el paisaje muy cerca de su ventana daba la vista al parque ella pensaba ir allí, pero sus ganas de quedarse en la cama viendo tele podían más.

con las semanas se miraba al espejo y se detallaba y observo que había ganado un poco de peso eso le preocupaba ponerse como cerda y con toda esa ropa ancha hacia que su cuerpo se estiraba, algunos jeans no le entraban pero Corina no pensaría en gastar todo su dinero en ropa...

El Pintor Vagabundo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora