Esas podríamos ser nosotras

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Era jueves, y en mifflin 108 como siempre luego de cenar, Emma ayudaba con los platos ya que no quería sentirse inútil luego de que Regina les cocinase siempre comida deliciosa. Pero esta vez, no lo hacía con el ánimo que la caracterizaba, lo hacía en silencio y sin mirar a Regina que desde la isla de la cocina la observaba. No quería voltear a mirarla, ya que de hacerlo, se pondría a llorar.

Recordaba cómo hacía unos minutos, luego de que todos terminaran de comer, Regina compartía con ella y Henry la noticia de que Robin le había pedido matrimonio y de que ella había dicho que si.
El pobre Henry casi estalla de emoción, aunque no le gustaba tanto ese Robin, quería que sus madres fueran felices.

Emma, por su parte, casi se ahoga con el vino, tanto, que Regina corrió a ponerse de pie a su lado a darle agua para que le parase la tos. De solo recordar ese momento, una lágrima bajó por su mejilla.

Regina notó desde la mesa como Emma se tensaba así que se puso de pie y se acercó a ella.

-Emma, te pasa algo?

-Nada, no pasa nada- respondió la rubia sin enfrentar la mirada de Regina - estoy algo cansada, creo que es hora de ir a dormir.

Regina no dijo nada, sabía que por supuesto algo le pasaba, conocía muy bien a la rubia, pero no quería presionarla, así que solo la acompañó a la puerta.

-Buenas noches Regina, gracias por la comida, estaba deliciosa-dijo sin mirarla aún.

-De nada Emma, que bueno que te haya gustado- dijo Regina con una sonrisa, le encantaba cocinar para Emma, ya que al menos así, podía hacerla feliz- Hasta mañana, nos vemos en la reunión

-Ok, hasta mañana...- mientras decía esto, ya pasaba el jardín de la casa y se dirigía hacia la calle sin mirar atrás.

Emma no había llegado en auto, así que en la caminata a casa, tuvo mucho tiempo para pensar: ¿Acaso estas celosa, Emma?, Regina es solo tu amiga, nada más... Sí, es la madre de tu hijo, pero solo eso... Si, darías tu vida para hacerla feliz, bueno, prácticamente la diste cuando te convertiste en Dark one, pero era lo correcto... No puede ser... Estas enamorada de Regina!... Y va a casarse! Con el tipo del bosque.
Pensar solo empeoró las cosas ya que una tristeza la invadió, tenía mucho más que pensar, que decidir.

Al llegar a casa, saludó rápidamente a sus padres y subió a su habitación y al tirarse a la cama lloró hasta quedarse dormida.