Sábado en la mañana, apenas habían pasado dos días desde la noticia, pero la mente de Emma ya había desatado una tormenta, había logrado dormir muy poco, pero se sentía descansada. Hoy no tenía que trabajar, ya que David había tomado los sábados y aun así ya habían contratado a más personal.
Luego de darse un baño y desayunar, Emma decidió ir a dar una vuelta, los sábados a Henry le gustaba quedarse con Regina y a la rubia no le molestaba eso, pero en estos momentos no quería estar sola.
Luego de dar vueltas por la ciudad, entró a Granny's parar tomar algo. Cuando ya tenía su café en mano, fue a sentarse en una mesa al extremo, donde desde la ventana podía ver hacia la ciudad. Le gustaba el paisaje, después de tanto, ya estaba acostumbrada a vivir en storybroke. No podía imaginar una vida fuera de ella... pero, luego de la boda, ¿qué sería de Emma?, no creía ser capaz de seguir aquí luego de que eso sucediera.
Seguía absorta en sus pensamientos, tanto, que no notó que alguien se sentó, no en la silla del frente, si no que al lado suyo.
-Emma...
-Regina, ¿Qué haces aquí?- la rubia estaba más que sorprendida.
-Si tanto le molesta mi presencia, señorita Swan, bien puedo marcharme.- dicho esto Regina comenzó a ponerse de pie, pero Emma la cogió de la mano e hizo que se sentara de nuevo.
-No es eso Regina, solo me sorprendí, creí que estarías con Henry- respondió Emma mirándola a los ojos.
-Sí, él quiso quedarse en casa, y yo quería salir a dar una vuelta... Emma, ¿podemos hablar?
-Pues, ya lo hacemos, ¿no?- respondió Emma tratando de sonreír.
Regina soltó una risa, cosa que hizo que la rubia sonriera aún más, no entendían como habían podido pasar tanto tiempo lejos de la otra.-Sí, sin duda lo hacemos- la morena dejó de sonreír, necesitaba tener o al menos, tratar de tener una conversación seria con Emma.- ¿estas molesta conmigo?
-No Regina... lo siento, sé que te hice creer eso, pero te aseguro que no. Estos días he tenido mucho trabajo por hacer, así que no he tenido casi tiempo, pero te prometo que esta semana que viene tendré mucho tiempo para ti- respondió Emma casi de inmediato, para luego pensar bien y preguntarse para sí, ¿Qué acabas de hacer Emma Swan?
Esto hizo que Regina se sonrojara, así que tuvo que mirar a otra parte por un momento para luego responder
-Está bien, pero créeme que vas a tener que compensármelo- pero que acabas de hacer Regina, ¿acaso estas coqueteando con la madre de tu hijo?, pensó
Claro que lo hizo, porque aunque trataba aun de resolver sus sentimientos hacia la rubia, era costumbre entre ellas molestarse así.
-Bueno, debo irme ya- dijo Regina poniéndose de pie- debo prepararle el almuerzo a Henry
-¿Te vas ya?, déjalo que ordene una pizza o algo, de hambre no morirá- bromeó Emma.
-No, seguramente de hambre no morirá, ya que le encanta la comida chatarra, no imagino de donde habrá sacado eso- respondió Regina, tratando de seguirle la broma a Emma, y al hacerlo, la rubia casi se echa encima el café que tenía en mano.
Dicho esto, miró a Emma a los ojos, y esta conectó la mirada con ella por un momento, no fueron necesarias palabras de adiós, ya que con la mirada siempre se decían todo, luego de un rato, Regina retiró la mirada y antes de que Emma pudiera reaccionar, la morena ya estaba fuera del restaurante.
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Lo que pensaba Emma que sería un día gris, luego de su encuentro con Regina, dejó de serlo. Salió del restaurante con una sonrisa que no se la quitaría nadie y se dirigió a su casa, no sin antes pasar por los víveres de la lista que Mary Margaret le había enviado a comprar.
Al llegar a casa, saludó a Snow con un fuerte abrazo, esta no dijo nada, ya se hacía una idea de porque su hija estaría tan feliz. Pero luego de que Emma desempacara y pusiera la comida en su lugar, la curiosidad le ganó a Snow, y quiso saber que había pasado de nuevo.
-Y... Emma, ¿a que se debe tanta felicidad?, no es que me moleste, me encanta verte así, así que cuéntame.
-Nada- respondió Emma rápidamente, pero la mirada persistente de su madre le ganó- estaba bien, solo estaba en Granny's y Regina llegó y...
-¿Hablaste con Regina, qué te dijo?- interrumpió una emocionada Snow.
-Nada, solo hablamos un poco de cómo no habíamos tenido tiempo de vernos ayer y ya, eso es todo.
-Emma...
-Enserio eso es todo- respondió Emma a la defensiva
-Está bien, pero ¿sabes que puedes decirme lo que sea, cierto?
-Sí, lo sé...- en ese momento Emma supo que Snow ya sabía lo que le sucedía, y que no servía de nada ocultarle las cosas- ...Va
a casarse, Regina va a casarse y no sé qué hacer mamá...Snow se quedó en silencio observando a su hija, no podía creer que al final Emma estuviera aceptando las cosas, cuando la rubia rompió en llanto, se acercó a ella y la abrazó fuertemente, entendía que su niña estaba sufriendo.
Luego de un momento, tuvieron que soltarse ya que el pequeño Neal se había despertado, y Snow debía darle de comer. Cuando ya había terminado y había hecho dormir al bebe, Snow volvió a donde Emma, y se sentó a su lado
-¿Qué vas a hacer?- preguntó algo esperanzada
-No lo sé mamá, no sé si debería decirle algo, o simplemente apoyarla en su decisión, porque ¿qué pasaría si hago que no se case con Robin y luego entre nosotras nada funcione?, tal vez sea mejor dejar todo así...- dijo Emma en un suspiro
-No lo sé tampoco, solo quiero que seas feliz Emma, te lo digo no solo como tu madre, sino también como tu amiga. Pero no puedes hacer sufrir a Regina, ella ya ha pasado por mucho, merece ser feliz.
-Yo quiero hacerla feliz, sabes que haría lo que fuera por hacerla feliz!
-Lo sé, y ya lo has hecho muchas veces- dijo Snow, haciéndole recordar todas las batallas con Regina a su lado, de cómo se convirtió en Dark one, sacrificándose por Regina...Emma no olvidaba eso, habían sido momentos muy oscuros, pero habían valido la pena, ya que había evitado que Regina pasara por eso.
A pesar de no haber trabajado hoy, había sido un día muy agotador para Emma, y aunque no había decidido que hacer aún, sabía que debía descansar, así que le dio las gracias a Snow y se fue directo a dormir.
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Esas podríamos ser nosotras
Storie d'amoreComo cada jueves, Regina, Henry y Emma se reunen a cenar. Pero esa noche Regina llega con la noticia de que Robin le ha propuesto matrimonio y de que ella ha dicho que si... ¿Qué pasará con Emma?, ¿dejará que todo suceda?, ¿o por fin aceptará sus se...