XI

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Miro el reloj en la pared de su oficina. 

3:15 y él ahí sentado mirando como su vida pasaba y no podía salir de su oficina para ir a la cafetería.

Había pasado una semana y aun tenia el paraguas del rubio justo ahí en una esquina de su oficina donde podía verlo perfectamente desde su asiento. Algo perturbador si pensaba que lo veía mas de lo que trabajaba. Pero la tormenta, o mejor dicho tormentas no habían calmado aun y parecían atrincherados en el interior de la oficina.

Su jefe había sido piadoso con él cuando lo vio llegar aquel memorable día todo empapado y con ropa ajena, se disculpo por causarle problemas y él también se disculpo por tardarse tanto pero vamos, que el que arriesgo su vida por una pulmonía era él y no su jefe.

3:16 ¿que el tiempo no pasaba? Cuando iba a la cafetería se sentía tan rápido, nunca había suficiente tiempo para admirar al rubio que atendía.  Dejo caer su rostro en el escritorio  y se pregunto que estaba mal con él que no podía sacarse a Yoongi de la cabeza.

Pues no sabia pero estaba seguro que tenia que ver con el hecho de que Min Yoongi era el chico mas atractivo que había visto en su vida. Esa mirada felina, sus labios finos y esa hermosa piel de porcelana. Si, definitivamente era el mas atractivo que había visto en su vida.

Suspiro enamorado, porque era tonto engañarse sobre ello, estaba enamorado platónicamente del chico de la cafetería, a veces soñaba que Yoongi se le declaraba, otras veces se encontraba a si mismo fantaseando con una vida a su lado. Y si, Jimin era esa clase de personas que no puede contenerse y empieza a planear su futuro con alguien demasiado aprisa.

Claro que del dicho al hecho hay mucho trecho.

Primero debería ser capaz de mirarlo sin sonrojarse y luego ser capaz de hablar con él sin tartamudear nervioso y bueno, ya se hizo a la idea de que quedaran mas como fantasías que como realidades.

Suspiro derrotado y comenzó a jugar con uno de los adornos de su escritorio. Las pequeñas bolas de metal comenzaron a mecerse una a la otra cada que él las movía.

Quería un café. Quería un Yoongi.

Oh bueno, por lo menos aun tenia el paraguas.

Coffee BreakDonde viven las historias. Descúbrelo ahora