XIII

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Jimin era un romántico empedernido. Había leído cientos de libros de amor, desde clásicos como Cumbres Borrascosas hasta nuevas novelas como Bajo la misma estrella por lo que con seguridad podía decir que sin dudas su género favorito era el romance y seguido la ficción. Aun recordaba las burlas de Taehyung por leer lo que su amigo consideraba libros de chicas pero claro eso nunca le molesto realmente cuando al solo pensarlo se daba cuenta que la cultura de su amigo se basaba en mangas, comics y en su mayoría, películas de culto.

Si, un romántico era lo que Jimin se consideraba, le gustaban los detalles, las señales escondidas, los secretos en las miradas, las palabras que enamoraban y sobretodo aquel drama que venía de los misterios que una buena historia tenia, aquellos que hacían latir su corazón emocionado. Claro que como todo chico gay, de siglo XXI y sobretodo... realista, sabía que el romance color rosa, agridulce o destinado era simplemente una ideología irreal en la actualidad. Cosas como flores, cartas y chocolates eran más probable que llegaran de su madre (y lo hacían) que de un pretendiente.

Entonces porque si tan consciente era de esta triste y aburrida realidad, ¿Por qué Jimin estaba recibiendo un café, comprado por un extraño y que lo dejo pagado para que se le entregara precisamente a él junto a una pequeña tarjeta color azul cielo?

"Ayer creí que la primavera había llegado antes porque cuando te vi habría jurado que vi la flor más hermosa florecer ante mis ojos.

Atte.

Anónimo."

Citaba la carta haciendo que la sangre y los colores se subieran a sus mejillas.

Su sueño. Ese sueño de niño que nació en películas románticas que veía de niño con su mama (y a las cuales siempre culpara su papa de su sexualidad) estaba volviéndose realidad. Un admirador secreto, un admirador romántico, una escena digna del comienzo de un hermoso romance. Era sin dudas, el sueño con el cual siempre soñó nuestro tímido, tierno y sensiblero Jimin.

Era perfecto...

O lo habría sido... si el remitente pareciera ser Yoongi.

Pero eso era imposible. ¿Y cómo lo sabía? Bueno, alguien interesado en ti no te da el café como si le molestara el que incluso respires cercas de él y sin dudas, un admirador secreto no te da la carta casi tirándola sobre tu rostro como Jimin creía, Yoongi habría hecho si su gerente no le estuviera observando detenidamente mientras le atendía.

Jimin quería ser positivo pero no podía negar, que su corazón dolió un poco ante la idea de que Yoongi no tenía ningún interés en él.

Oh bueno... no es como que no lo supiera ya.

Coffee BreakDonde viven las historias. Descúbrelo ahora