III

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Pago su Macchiato y la galleta de avena al joven frente a él.

No quiso verse decepcionado pero Yoongi no estaba atendiendo así que su humor estaba un poco decaído.

Camino hacia la pequeña estación donde estaban el azúcar, canela, cremas y leches para tomar una servilletas de papel. Iba tan sumergido en su mente que no se dio cuenta que el piso estaba mojado.

Irremediablemente resbalo uno de sus pies. Pudo ver en cámara lenta como iba a azotar de cara al piso así que cerró sus lindos ojitos esperando el golpe.

Pero este nunca llegó.

Desconcertado Jimin noto como su cintura era sujetada fuertemente. Lentamente abrió los ojos y efectivamente había un brazo en su cintura sujetandolo firme contra su cuerpo.

Después de un segundo donde se sonrojo por la vergüenza de casi caer de boca, se giró a ver a su salvador.

Su cara se puso más roja aun. Yoongi lo miraba desde su espalda con una expresión sería.

-Lo siento...- dijo el rubio dejándolo ir. - Aun no había puesto la señal de piso mojado. -Jimin no dijo nada y se dedico a ver sus zapatos.

-N-no, e-en realidad f-fue mi culpa por... Por no fijarme.- las mejillas le ardían y su cuello parecía un horno.

-Aun así, lo siento. Casi te lastimas ademas...- La voz de Yoongi sonaba preocupada por él. Su corazón dio un brinco en su pecho. -La gerente seguro me corre si algo te hubiera pasado.-

-...- ...

Oh bueno...

Coffee BreakDonde viven las historias. Descúbrelo ahora