Capítulo dos

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MIA'S POV:

¿Como me atreví a decir eso? Pensara que soy desesperada sexual, estoy loca.

Llegue a mi departamento y tire mi bolso al mueble de la sala, me tire yo también y suspire.

Aparte ahora tenía que lavar una camisa, vaya día, pero si lo pensaba bien, el era apuesto. Tal vez podamos no lo sé, ¿Salir?

No, el debe de tener novia, un chico tan apuesto como el debía de tener novia o era gay, prefiero mil veces que fuera gay.

O mejor que no tuviera novia y tampoco fuera gay, ¿Que? Era muy apuesto.

Chicos como el, no eran para chicas como yo, a lo mejor tenía una rubia despampanante.

En eso me llegó un mensaje a mi teléfono, lo abrí y era de mi profesora.

"Recuerda tu práctica hoy"

Cierto, tenia que ir a la Academia, me encanta bailar, todo tipo de danza, y está semana tenía un recital muy importante, iría gente de muchas partes, las ventas ya estaban agotadas y yo estaba nerviosa.

Pero la verdad yo era muy segura a la hora de bailar pero eso no quitaba que habrían agentes muy importantes.

"Allá estaré, puntual"

Le envié eso a mi maestra y no tardó en responderme.

"Ya te conozco Mia, lo puntual no es lo tuyo"

Sonrei y era verdad, no era para nada puntual y en realidad a veces lo intentaba.

La práctica sería a las 3 y apenas eran la 1:30, no tardaba en vestirme, siempre agarraba lo primero que encontraba en mi armario.

De todas maneras iba a bañarme cuando escucho el timbre sonar. Voy hasta la puerta y era Clarisse.

-Hola querida- dijo quitándose sus lentes y pasando.

-Hola Clar.

-Adivina que compre.

-¿Un par de tacones nuevos para tu mejor amiga bella y hermosa?- dije cerrando la puerta.

-No.

-Estas forrada de dinero y no me has querido comprar unos zapatos nuevos.

-Bueno, esta bien. Te compraré unos nuevos pero acabo de comprar algo mucho mejor.

-¿Que cosa?

-¡El departamento de enfrente!

-Wow, eso es genial pero ¿Que pasó con el señor Rodriguez?

-Pues sus hijos sw lo llevaron a su pueblo en Texas.

-Ah, ¿Y cuando te mudas?-

-Esta semana mismo, creo.

-Tengo que comprar los muebles y esas cosas, recuerda que vivía en la Hermandad.

-No me recuerdes ese tiempo- dije riendo y negando.

Clarisse era demasiado rica debido a que sus abuelos le habían dejado todo a ella. Era su única nieta y le dejaron una fortuna demasiado grande. Los padres la manejaban cuando ella era menor de edad pero ella ya tenía 23 igual que yo.

Y lo de la Hermandad, las dos vivíamos allí, y literalmente hacían fiestas todo el tiempo, y eso era completamente una locura.

-Pues yo también tengo algo que contarte.

-¿Que cosa?- pregunto ella.

-Pues me he encontrado con un sexy magnate, increíblemente rico, y Dios era demasiado ardiente y puede ser que haya coqueteado con el...

Dentro de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora