Capitulo 12

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-Vistete como monja, así el sabrá que no quieres nada- dijo Clar.

-No haré eso, me vestiré como normalmente Clar- dije mientras agarraba un jean y una camisa cómoda de color rosa pálido.

-¡Eso tiene mucho escote!- dijo ella mientras me la quitaba y sacaba una de esas batas que usaba de dormir.

-¡Basta! ¡Con Christopher no decías nada de esto!- dije quitándole la camisa de sus manos.

-Es distinto, Christopher me cae bien y el no.

-No lo conoces Clar.

Ella podía ser muy pesada cuando se lo proponía, llevaba media hora juzgando todo lo que hacia para la cita de hoy con Rodrigo.

-Es que, tengo un mal presentimiento. Aquí- dijo señalando un poco mas arriba de su estomago.

-Eso, es hambre así que deja de ser tan paranoica y mejor ve a comer algo- reí por sus locuras.

-Esta bien, me iré pero recuerda que estoy a unos pasos y en mi casa hay cuchillos- dice ella mientras hace una cara malvada.

Salió de la casa y fui hasta mi cuarto en busca de unas almohadas, prepare todo y espere a que el llegara, eran las siete y cincuenta y el llegaría a las ocho.

Como había dicho a las ocho escuche el timbre y fui para abrirle. El estaba ahí con unas flores muy lindas pero debía aclararle si era necesario de que estaba con alguien.

-Estas preciosa Mia y esto es para ti- dijo estirando sus brazos.

-Gracias, es un lindo detalle. Pasa- dije abriendo mas la puerta haciendo que entrara.

El camino y planto un beso algo prolongado en mi mejilla, no me sentía cómoda y de repente desee que la pesada de Clarisse estuviera aquí.

Clarisse se encontraba bien, me hacia creer todo el tiempo que estaba tranquila y que no le estaba afectando ya no tener a Andrew pero la conocía y sabia que le dolía, vi sus ojos cuando estaba con él. Ella lo miraba como si solo existiera el.

-Traje algunos dulces y esas cosas, no sabia cuales eran tus preferidos así que traje mucha diversidad- dijo el dejando unas bolsas en la mesa de la sala.

-Tranquilo, como cualquier dulce- dije sentándome en el mueble. El se sentó a mi lado extremadamente cerca.

-¿Que película quieres ver?- dijo acercándose mas y yo puse mas distancia sin ser exagerada.

-Me gustaría ver la bella y la bestia, ¿Te parece?- dije buscándola en una cajón donde tenía todas las películas, el cual se encontraba al lado del mueble.

-¿Princesas? ¡Puf pero vaya que si eres aburrida!- dijo riendo de manera escandalosa.

¿Esa era su forma de coquetear conmigo?

-Me gustan, ¿A ti no?

-Preferiría ver destino final cuatro.

-No me gustan esas películas, me parecen un poco sangrientas.

-¡Pero que mamita eres! ¡Vamos, será divertido!

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