Me levanté por las leves caricias que sentía por mi cabello y rostro, en otro momento me hubiera vuelto loca o hubiera pensado que era un asesino pero antes de que sucediera mi mente recordó que no estaba sola y ni siquiera estaba en Boston, estaba en París junto a Christopher...
-Buenos días princesa- dijo suavemente y comencé a abrir mis ojos, estirar mi cuerpo por la cama sintiéndome, sin querer admitirlo, fuera de lugar.
-Buenos días- borré esos pensamientos que trataban de arruinar mi momento con el y le proporcione una de mis mejores sonrisas.
Vi como se levantaba solo con su pantalón de dormir y se dirigía a una mesa que había en la gran y ostentosa habitación en la que nos estábamos hospedando, regreso con una bandeja hasta el tope de comida y vergonzosamente mi barriga gruñó un poco.
-Come muy bien, un día largo nos espera.
-¿A dónde me llevaras?- pregunte tomando un plato de huevos revueltos y el hizo lo mismo.
-Quiero llevarte a unos lugares que debes de conocer.
Desvió su mirada y pude notar un leve rubor en sus mejillas ¡Estaba sonrojado! ¡Christopher sonrojado!
-Christopher ¿Sabes que vivo en Londres? Y que ya he venido a París.
No quería arruinarle sus esperanzas pero la mayoría de los "Lugares Románticos" de aquí los conocía, seria difícil sorprenderme. El tomó mi mano y comenzó a repartir caricias suaves.
-Lo tengo en cuenta, preciosa. Pensé que había quedado claro que no soy como los demás- tomó su postura arrogante y sonrío. -Nena, no voy a llevarte a donde todos llevan a su chica. Soy original.
Reí por su arrogancia y el me miro alzando una de sus gruesas cejas, se acercó peligrosamente a mí con sus manos grandes dispuestas a hacerme el peor de los daños.
Cosquillas.
-¡No! ¡Aléjate!- grite mientras corría por la habitación.
El comenzó a perseguirme pero sus piernas eras considerablemente más largas y fuertes que las mías así que logró atraparme más rápido de lo que pensé que lo haría y como si mi cuerpo fuera una pluma, me dejó en la cama y me sonrió maliciosamente.
-¿Que vas a...?- no logre terminar mi frase ya que había tomado uno de los tantos pastelillos para plamarlo en mi rostro haciendo que todo su merengue se esparciera por mi rostro. -Oh no, no lo hiciste.
Mi boca estaba en una buen formada "o" y lo miraba de la forma en que el payaso de lt miraba a sus víctimas.
-Aunque me des miedo con esa mirada, si lo hice.
Agarre un jugo de naranja sin que se diera cuenta y lo derrame encima de su pecho, el jugo estaba frío y su torso desnudo. Había salido mejor de lo que esperaba, mi risa de bruja diabólica salía de mi garganta y ahora el sorprendido era el, punto para mi.
-¡Gane!
-Si, ganaste y en París a los ganadores se les da un abrazo- dijo mientras abría sus fuerte brazos haciendo que sus músculos del abdomen se estirarán haciendo que mi mente en vez de alejarse, se retuviera en sus fuertes abdominales.
Caí.
-Eso es mentira ¡Aléjate! ¡Fuera, fuera!- grité saliendo de las imágenes de su torso sudado por... pero ya era tarde, su pegajoso cuerpo estaba unido al mío.
-¿Me estas tratando como a un perro?
-No...
-Si lo estas haciendo, castigo.
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Dentro de ti
RomanceHermosa novia, pronto se casarían, familia perfecta, trabajo perfecto, vida totalmente estable. A simple viste su vida era la que cualquier hombre soñaría pero ¿Qué pasara cuando ella llegue a su vida para demostrarle que todo lo que él tenía era ef...