14

3.2K 174 3
                                    

Hola. Lamento no haber actualizado durante todo este tiempo, pero tuve una pequeña crisis lectora y no fue nada agradable. Mis vacaciones ya concluyeron pero espero que bajo el estres de la escuela mi creatividad se incremente, ya saben con eso de que uno tiene que estar pensando constantemente. En fin, sin mas rollo, espero que disfruten la lectura y si las cosas pintan bien mañana publique otro capitulo :) *crucen los dedos*

Gracias a todos por leerla.






-¡Estás aquí, Potter! -Harry se sobresaltó, con la varita en ristre, pues en esos momentos ya no había mucha gente por los pasillos, por lo que la acción de casi gritarle fue mala idea. La parte más mala del asunto es que pudo haber conjurado cualquier hechizo debido a lo improvisado de la situación, claro que cuando se volteó y reconoció a la persona que le hablaba, Cormac McLaggen, admitió que no le molestaría verlo sin poder moverse en el piso. Con tal de que lo dejara en paz.

-Estaba esperando que te dejaras ver -dijo McLaggen sin prestar atención a la varita de Harry-. Mira, vi cómo se llevaban a Weasley a la enfermería y no creo que pueda jugar en el partido de la semana que viene.

Harry tardó unos segundos en comprender lo que insinuaba McLaggen.

-Ah, ya... El partido de quidditch -dijo. Se guardó la varita en el cinturón de los vaqueros-. Es verdad, quizá no pueda jugar.

-Entonces me pondrás a mí de guardián, ¿no?

-Sí... supongo que sí.-. No se le ocurría ningún argumento en contra; al fin y al cabo, después de Ron, McLaggen era el que había parado más lanzamientos el día de las pruebas, aunque no lo toleraba debía tener todas las posiciones del equipo cubiertas.

-Estupendo. ¿Cuándo es el entrenamiento?

-¿Qué? ¡Ah, sí! Hay uno mañana por la noche.

-Supongo que todos tus amigos asistirán al partido, ¿no es así?

-Claro, siempre van a apoyarnos-

-Espero que vaya tu amiga Granger después de todo, sabes. Puede que tengamos nuestras diferencias, pero creo que aun puedo ganármela-. Dicho esto, le entraron ganas de gritarle a la cara que no se le acercara ni siquiera a 10 metros, tal vez fuera exagerado pero no sabía que movimientos pueda hacer el con tal de llamar la atención de la castaña. Le parecía muy mala influencia para su amiga. Trató de contar finalmente hasta 10 y se dio la vuelta porque si seguía viendo su rostro de seguro y lo hechizaba o golpeaba, lo que fuera más rápido en ejecutar.

-Potter, no te vayas que no he terminado de hablar.

-Pero yo sí, ahora si me disculpas- no se detuvo ni un momento al contestarle a su acompañante, pero lo que no veía venir es que este lo alcanzara y lo agarrara del brazo para que se volteara.- Oye, déjame

-¿Esto es por lo de Ron o por lo de tu amiga?

-Eso no te incumbe- Comarc parecía que lo estaba estudiando con la mirada, algo no andaba bien

-Ya sé el porqué de tu comportamiento. No quieres que me acerque a Granger por que de seguro Ron te lo pidió. Que ingenuo, de seguro si ella decidiera se queda conmigo, es obvio que soy mejor que Weasley- se puso un poco tenso al principio pues pensó que había descubierto la verdad de sus sentimientos, pero vaya que era tonto McLaggen.

-Estás muy equivocado. Ella no va a decidir nada y para cuidar a Hermione nadie me lo tiene que ordenar, yo la protejo porque la quiero- no sabía si había metido la pata o la pierna completa con lo último que dijo, pero ya era hora de poner en claro que no importaban las habilidades de cada uno, sino la sinceridad con la que uno ejecutaba sus actos.

We're not friends-HarmonyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora