Era un día de verano, tan caluroso como toda esa semana. Él se encontraba con sus amigos fumando como siempre. A mi no me importaba que fumase, es más le veía un punto de masculinidad que no veía en otros. Tal vez por eso dejaba que me tratase así. Unas veces indiferente, otras cariñoso.
Lo sé, parece tonto, e incluso más que eso, mis amigas me han dicho que merecía algo mejor. ¿Típico no? Pero yo no quería otro. Lo quería a él. Todo de él. Me daba igual que en todo el día me diese 5 minutos de su tiempo. Esos 5 minutos para mí era una vida entera.
¿Cursi? Tal vez.
James, James, James. ¿que hiciste para qué esté así contigo? Lo conocí cuando tenía 18 años. Y desde el primer momento me impactó. Él por descontado al principio ni sabia que existía. Es más si no hubiese sido por mi amiga Lara seguramente no sabía que estaba allí. Observándolo, mirando cada movimiento que hacía. Mirando cuando sonreía, cuando hablaba, cuando fumaba, bebía. En fin... en todo momento.
-Lucy... ¡Lucy!-dijo Lara zarandeándome para que volviese al mundo real.
-¿Eh?-dije turbada- Dime, dime.
-Ya has vuelto... Por fin.
La miré frunciendo el entrecejo. Ella no lo entendía. Pensaba que era una loca porque seguía enamorada de James. Pero no lo era. Él me quería. Bueno, a su manera, pero me quería, lo sabía.
Que más daba si todos me miraban con pena pensando que él solo jugaba conmigo. Tarde o temprano él se daría cuenta que la única que podía hacerle feliz era yo.
Esos ojos color azul como el mar, el pelo corto con las puntas ligeramente onduladas de color castaño claro. Labios finos que tentaban a cualquier chica. Un cuerpo esportista, esbelto y que yo había tenido la dicha de verlo...
Tal vez no me haya presentado como su novia oficial. Se dice que está con varias chicas a la vez pero eso eran puras especulaciones yo sabia que a quien quería era a mí.
-Estaba aquí-dije cruzándome de brazos.
-No se yo... Lucy de verdad... ¿cuándo vas a abrir los ojos?-me preguntó mi amiga. Se le veía preocupada pero no tenía porque. Estaba bien. Más que bien. ¡En las nubes!
Suspiré, nadie nos entendía. Tenía que dejar claro quien era para James, ahora mismo si hacia falta.
-Los tengo bien abiertos. Y ahora vas a comprobar que él me quiera, pese a quien le pese.
Caminé bien segura de mi misma hacia donde estaba James para saludarlo como es debido.
-Hola James-dije con una sonrisa de oreja a oreja. Él me miró un momento y no hizo ningún gesto.
-Hola-dijo al fin.- ¿Qué quieres?
Seco. Sin más. Ni una muestra de cariño en sus palabras. Esa frase tan corta, me hirió hasta lo más hondo. Debería de acostumbrarme a que él no muestre nada de cariño delante de nadie. Pero... ¿sería así siempre?
-Esto... yo... Solo te venía a saludar- intentaba que mis palabras sonasen lo más tranquilo posible aunque tenía un nudo en la garganta y sentía que en mis ojos se agolpaban las lágrimas que intentaba retener.
Él me miró con curiosidad y suspiró.
-Vale, lo has echo. Estoy ocupado, así que si no te importa...
-Eh... vale. Hasta luego.
Por Dios que idiota había sido, ¿cómo se me había pasado por la mente interrumpirlo. Me di la vuelta y me dirigí hacia mi amiga con el corazón en un puño... otra vez.
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Siempre fuiste tú
RomanceNunca pensé que me llegaría a pasar a mí. Tal vez era pura coincidencia, o tal vez fue caprichos del destino. Nunca se sabe. Puede que: "detrás de una cosa mala, hay una buena". Sí. Ese dicho estaba echo para mí. Solo sabia que de quien menos había...