En primer lugar: GRACIAAS POR LAS 1000 LEIDAS QUE TIENE LA HISTORIA!! No habría sido posible sin vosotros. Espero que sigais leyendo y que sobretodo os guste!!
Narra Ian
Cuando desperté,no había nadie a mi alredor. Intenté levantarme con dificultad pero sentía como si a mi cuerpo le hubiesen puesto miles de piedras pesadas.
"Venga, yo puedo". Apoyé las manos a los lados y empecé a tomar impulso hacia arriba. Nada. Mi cuerpo se desplomaba.
-Ayuda...-mi voz salía casi sin fuerza.
Estaba solo así que esto debía solucionarlo por mí mismo.
Volví a intentarlo. Mis brazos temblaban por el esfuerzo que hacía, doblé las rodillas y poco a poco fui poniendome en pie, haciendo que despues me tambaleara y la cabeza me de vueltas.
Debía de regresar a casa. Miré el reloj que tenía en el brazo, ¡mierda las 9:30 pm! Y yo había quedado con Lucy a las 8... el ramo de margaritas...
Miré detrás mio y allí estaba, aplastado. Adiós planes.
Debo darme prisa. Caminé lo más rápido que pude. Pasaba al lado de la gente quien solo se dignaban a mirarme, nadie me ayudaba.
Al cabo de una eternidad llegué a casa. Toqué el timbre a duras penas.
-¿Sí?-preguntó... ¿Lucy?
-Lu... Lu..- empecé a toser.
-¿Quién es?
-I... Ian-dije con un hilo de voz.
-¿Pero qué...?
-Ayúdame-dicho esto me senté despacio delante de la puerta. Al poco rato noté que alguien venía deprisa y abría la puerta.
-¡Ian! ¿Qué te ha pasado?-preguntó Lucy al poco rato vino mi madre y mi hermana que ahogaron una exclamación al verme.
-¡Por Dios bendito!-exclamó mi madre.
Me ayudaron a levantarme y luego a llevarme hasta casa, subiendo en ascensor hasta el quinto piso.
Me recostaron en el sillón y me quedé a solas con Lucy ya que mi hermana y mi madre se fueron a por un cubo de agua y paños para curarme.
La cara de Lucy era un poema.
-Lo... lo siento-le dije.
Espera... ¿estaba llorando?
-¿Quién ha sido?-preguntó mientras de sus mejillas bajaban sus lágrimas.
-Eso no importa.
-Sí importa. Ian, te han dado una paliza ¡por el amor de Dios!
-No... yo... perdón por no venir antes yo...
-Ya tendremos la cita después-dijo y me sonrió.
-Yo quería decirte algo. Lucy yo...-dije pero fui interrumpido por mi madre y mi hermana.
Me empezaron a curar.Dolía ¡como dolía!
-Debemos de llevarte al hospital-dijo Lara.
-No. Necesito descansar y ya esta.
-Te llevamos al hospital y punto-dijo mi madre.
Estaba a punto de replicar pero mejor me callé. ¿Quién en su samo juicio contradecía a Sabrine O'Conner?
Me llevaron al Hospital Central de Londres de urgencias.
Me hospitalizaron ya que me tenían que hacer más pruebas.
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Siempre fuiste tú
RomanceNunca pensé que me llegaría a pasar a mí. Tal vez era pura coincidencia, o tal vez fue caprichos del destino. Nunca se sabe. Puede que: "detrás de una cosa mala, hay una buena". Sí. Ese dicho estaba echo para mí. Solo sabia que de quien menos había...