Cecily Rogers ha esperado por conocer a su prometido desde que era una niña.
Él Joven William Benet; guapo, con estudios, adinerado, de buena familia.
Sus familias así lo habían jurado, Cecily y Will se casarían al cumplir la edad adecuada.
Todo se...
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Tras dos semanas de viaje en barco, lleguemos a Inglaterra. En plena noche.
Estábamos a principios de abril, pero allí hacia un frío del demonio. Con viento, y gotas de lluvia ocasionales. El cielo era morado como un pulpo. Denotando nubes y borrascas.
Will se la paso dando órdenes. Mandando a los mozos a cargar nuestras cosas en el coche que nos esperaba.
Un señor delgado como una escoba, y serio como una piedra, había venido a recogernos. Garret. Él mayordomo.
Missy dormía en mi hombro. Seth tenia a James en el suyo. Petunia se durmió nada más sentarse en el carruaje.
-Dame a Missy. -me dijo Will cuando entro dentro.
Negué con la cabeza.
-Esta dormida. Yo la sostendré.
Arrugo el gesto.
-No seas terca. He dicho que me la des.
Suspire.
Estaba tan cansada. Me había pasado los últimos quince días discutiendo con él. Solo quería dormir.
-Ten cuidado de que no se despierte.
Me miro con acritud.
-No es la primera vez que la cargo, Cecilia. -me espeto.
Rodé los ojos, e hice amago de pasarle a la dormida Missy.
Él estiro los brazos. Dispuesto a agarrarla.
Missy se removió. Gruñendo.
-Cecy. No te vayas. -dijo acurrucandose en mi hombro con más fuerza.
-Miss. Tú tío quiere cargarte. -susurré en su pelo.
Gruño otra vez. Mimosa.
-Pero yo me quiero quedar contigo.
Will alzó las cejas.
Sonreí victoriosa. Mire a Will.
-La has escuchado. Se quiere quedar conmigo.
Me fulminó con la mirada. De tal forma que me puso la piel de gallina.
Seth soltó una risotada.
-Dejaste de ser su favorito.
Will siseo. Molesto.
-Solo está fascinada.
Me reí. Acariciando el oro dorado del pelo de Missy.
-Deja de hablar. Aquí todos queremos dormir.
Apretó la mandíbula. Como si estuviera reteniendo una gran discusión conmigo.
