Capítulo 23: "Divorcio frustrado"

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(Penúltimo capítulo)


Solo faltaba un día para la firma de divorcio. Gokú cada día estaba más triste, ya que por más que esa última semana había intentado hablar con Milk acerca del comentario que le hizo Vegueta con la esperanza de que pudiera llegar hacer cierto, ella no se lo permitía. El había ido a buscarla en el trascurso de esa semana a la universidad pero o la encontraba en compañía de Diecisiete quién impedía que él pudiera cruzar palabra con ella o simplemente no la encontraba.

Bulma y Dieciocho habían tenido que callar lo del embarazo de la pelinegra pues ella les hizo jurar por lo que más amen que cumplirían, con la condición de que una vez divorciada ella buscaría a Gokú para darle la noticia. Sin embargo el par de chicas no dejaban de insistir en que el divorcio no era la mejor solución para Milk, sino enfrentar a su padre y quedarse con el amor de su vida y su hijo, cada vez que podían ambas chicas se lo recordaban con la finalidad de que Milk en algún momento cambie de parecer.

Milk, trataba de cubrir su imperceptible vientre con ropa holgada con tal de que su familia y sobre todo su padre no notaran su embarazo y vuelva a tener otra recaída del coraje de ver que su hija había mezclado su clase con el jovencito que el tanto despreciaba. La pelinegra trataba de mantenerse tranquila por su estado pero cada hora que pasaba para ella era un tormento ya que dentro de muy poco estaría divorciada del único hombre que había amado en su vida.

Lunch por su parte estaba convencida que el divorcio no era la solución para sacar de su camino a Milk y al niño que llevaba en su vientre, pues a pesar de que ella se divorcie de él siempre abría un lazo que los uniera y así ese niño no esté Gokú siempre amaría a Milk, por ello llego a la conclusión que lo mejor era eliminarla a ella y al niño cuanto antes, claro tenía que ser algo que no falle y que la muerte de ambos sea instantánea.

Mansión:

Una rubia estaba en su habitación pensando la forma de sacar del camino a su hermanastra, cuando en eso una joven peli azul entro a la misma e interrumpió su pensamiento.

¿Qué haces en mi habitación?, dijo la rubia.

Solo vine a traerte esto, dijo Marón, dándole unas revistas.

Pensé que nunca me las devolverías, dijo la rubia irónica.

Si te las preste es porque esa edición no las tenía pero ya te las devuelvo, dijo Marón, saliendo molesta de su habitación.

La joven peli azul iba caminando molesta por el pasadizo cuando se encontró con la bella jovencita pelinegra que se encontraba sentada en una de las gradas que permitían llegar al primer piso sollozando en medio de la oscuridad.

¿Qué tienes te sientes mal?, dijo Marón con sinceridad.

No, solo estoy triste, dijo la pelinegra.

No quieres divorciarte ¿verdad?, dijo Marón sin saber que Lunch había salido tras de ella y estaba escuchando atentamente la conversación.

La pelinegra no dijo nada solo sollozaba cubriendo su rostro con sus manos.

No te hace nada bien llorar así y menos en tu estado, dijo Marón, dejando sorprendida a la pelinegra.

¿Cómo lo supiste?, dijo Milk.

Escuche sin querer tu plática con Bulma y Dieciocho, dijo Marón.

¿Se lo dijiste a mi padre?, dijo la pelinegra con temor.

No. Milk estuve pensado mejor las cosas y creo que lo mejor es que no te divorcies del padre de tu hijo, él te ama y tú a él, discúlpame por haber sido tan caprichosa, pero me dolió mucho ver que Gokú te prefiero a ti cuando yo lo conocía antes que tú. Pero sabes tú has sufrido mucho y mereces ser feliz además he descubierto algunas cosas que tal vez puedan valerte para convencer al tío para que acepte a Gokú, dijo Marón ayudando a ponerse de pie a la pelinegra mientras la llevaba a su habitación.

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