Capítulo 1

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Cada día al despertar intento conservar la esperanza repitiéndome como si fuese un mantra: va quedando un día menos Nina. Pero la incertidumbre de lo que haré llegado el momento me ataca con toda su fuerza demoledora haciéndome flaquear en mi propósito. Aún así intento no amedrentarme, he luchado por este momento y sería un pecado renunciar ahora.
Scarlet "Nina" Brooks
26/08/2016

Soy bisexual, es estos tiempos eso no es una novedad, pero para alguién que ha vivido la mayor parte de su vida reprimiendo esa faceta de su personalidad es difícil mostrarse tal como es en realidad, al menos para mi lo es.

A temprana edad descubrí que me atraían las mujeres tanto cómo los chicos y al mismo tiempo decidí que lo más sensato era ignorar esa parte de mi personalidad al punto de que llegué autoconvencerme de que realmente era 100% heterosexual. Pero han pasado tantas cosas en estos últimos 4 años que siento que mis razones no son tan válidas como antes y que a estas alturas de mi vida debería dejar de pensar en el que dirán y ocuparme de lo que realmente me haría sentir bien y en paz conmigo misma. Tal vez debería reinventarme y unir de una vez las partes de mi dividido yo a ver que pasa.

- Amor, amor -Kyle sacude mi hombro tan fuerte que me sobresalta- otro de tus monólogos internos cariño
-Si - cómo me gustaría decirle la verdad de todo, él es como un hermano para mi, hemos pasado tantas cosas juntos y a pesar de eso no tengo el valor de confesarle mi secreto- estaba pensando que ya es tiempo de terminar con Bratt.
-No te creo, querida siempre dices lo mismo y al final sigues atada a ese energúmeno sin carácter. A veces me pregunto que le viste, por tu cama han pasado los mejores penes de la ciudad, por no decir del estado y sin embargo has acabado con ese pigmeo. Quién te entiende.
-Kyle habla bajo, cualquiera podría preguntarse al escucharte cómo sabes la calidad de la mercancía que he probado. No tienes remedio. Además le darías la certeza que todos buscan a diario sobre mis asuntos de cama y esa querido, ya no soy yo. O al menos hace 4 años intento no serlo.
-Ni me lo recuerdes, menuda aburrida te has vuelto. Cariño estoy convencido que a nadie se le pasaría por la cabeza que me mostraste en tu otra vida las fotos de los penes y traseros de algunos de tus amantes, solo una mente desinhibida y pervertida cómo la tuya consebiría eso. Es más quién te ve ahora no conseguiría casar esta Nina con la otra, sino fuera porque te conozco hace años pensaría que nunca existió tu antiguo yo.
-Pero aún así me da miedo que alguien pueda escucharte. Eres mi amigo, hermano y confidente titi, sabes que disfruto compartir esas intimidades contigo. Recuerdas aquella vez que perseguimos durante toda una noche un chico para ti jjjj por Dios nunca me había divertido tanto cazando un hombre que no fuera para mi. Así que quién mejor que tú para admirar un buen pene y un buen trasero de hombre, cuando estoy contigo me siento cómo en casa, lástima no sea tu tipo. Haríamos buena pareja sabes. En fin, cambiando el tema. Debo irme mañana te cuento, cuídate titi.
-Tú también amor.

Al salir a la calle la brisa nocturna golpea mi rostro. Camino por el estacionamiento directo a mi coche. Durante el trayecto bajo los cristales siempre me a gustado el aire golpeando en mi rostro, me refresca y ayuda a organizar mis ideas. Esta claro que debo eliminar el primer punto de mi lista, a veces ni yo misma comprendo por qué insisto en complicarme la vida.

-Cruzando la puerta intento localizar al causante de uno de mis tantos monólogos mentales, como dice Kyle- Bratt donde estás? Ya llegué.
-En la cocina Ivy, deja que pruebes lo que cociné esta noche para la cena- Dios por estás cosas es tan difícil desprenderse, sino cocinara tan rico, lo sé soy una perra interesada que solo piensa ahora mismo con el estómago pero que voy hacer, amo comer.
-Huele delicioso, que hiciste?
-Chuletas de cerdo, arroz a la chorrera y ensalada, te gusta?
-Sabes de sobra que amo todo lo que cocines, ya podemos comer? Me siento desfallecer.
-Si, te sirvo? -
-Por favor, mientras voy poniendo la mesa- mientras espero la llegada de Bratt con la cena me sumerjo una vez más en mis pensamientos, es increíble cómo ha cambiado mi vida en estos años un día estaba completamente enamorada de Bratt hasta el punto de sentirme capáz de mover el mundo por él y después de un cúmulo de lamentables sucesos llegamos al punto donde me encuentro, observo a Bratt que viene hacia mí con los platos y me doy cuenta de que ya no siento absolutamente nada. El deseo que despertaba en mí murió junto con el amor que me inspiraba. Espero tome asiento y sin vaselina le digo lo que pienso, no me detengo a pensar que es la hora de la cena, si lo hago volveré a buscar el momento adecuado y este no llegará nunca.
-Bratt quiero que terminemos- de repente me observa cómo si tuviera una segunda cabeza, pero no dejo que me interrumpa cuando hace ademán de decir algo- he pensado mucho en nuestro último altercado y creo que tienes razón, es mejor que nos separemos. En aquel momento expusiste tus pensamientos y yo cómo siempre intenté paliar la situación. Pero reconozco que si en algo tienes razón es, en que debemos terminar.
-Scarlet estás segura, tú sabes que yo soy así. Tengo mis arranques. Pero te amo- que puedo decirle ante ese argumento que no le haya dicho ya.
-Creéme que lo sé. Infelizmente, tu amor ha llegado tarde, sabes después que mataste el mío de nada me sirve el tuyo- Suenan crueles mis palabras pero es lo que siento, su desamor en el pasado arrasó con todo dentro de mi, ya no tengo tacto y dulzura en mis palabras hacia él, solo sarcasmo y realidades crudas- Es cierto que me preocupo por ti incluso siento algo de cariño, pero lamentablemente ya no te deseo porque ya no te amo. Si quieres podemos ser amigos. La verdad no quisiera privarme de tu sazón - digo intentado quitarle hierro al asunto.
-Solo eso te interesa de mí, mi arte culinario.
-No, como crees, también tu bienestar. Pero no es menos cierto que si pudiera comer siempre lo que cocinas no sería infelíz. Crees que pudieras mudarte al lado e incluir en tu próximo contrato matrimonial una cláusula donde tu futura esposa acepte que cocines para mí también.
-No pienso casarme nunca más- dice siguiéndome la corriente rendido a la plática que estamos sosteniendo.
- Mejor, así nadie se escandaliza porque pegue la borra a toda hora en tu casa. Cambiando de tema, podemos continuar viviendo juntos en lo que cualquiera de los dos encuentra piso, yo por el momento me mudaré a la habitación de huéspedes. Aunque pasaré más tiempo con Kyle, estamos enfrascados en un nuevo proyecto y lo más probable es que aumenten nuestras horas extras- permanezco callada esperando alguna frase de su parte y ante su silencio comienzo a levantar la mesa, la verdad no sé que más esperaba de su parte. Siento que no puedo abandonarlo a su suerte, mi conciencia comienza asediarme una vez más, pero intento relegar mis dudas a lo más profundo de mi mente. Esto es lo que quería y ya lo conseguí, debo continuar sin mirar atrás.

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