CAPITULO 5

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Me encontraba en ese momento del amanecer en que te planteas seriamente si atiendes los reclamos de tu vejiga o continúas durmiendo. Me sentía relajada a tal extremo que nada era más importante para mi que continuar en aquella cama.

Lástima que la felicidad en casa del pobre dure tan poco. Mis ojos permanecían cerrados, por ello él pensaba que aún dormía.

Un leve roce por su parte ocasionó que abandonara la posición tan cómoda que hasta ese instantante tenía. Voltee mi rostro y cubrí mi cabeza con la sábana para disfrutar un poco más de su manera tan tierna de despertarme.

Probablemente tuviese algún compromiso y por ello se afanaba en despertarme a esas horas.

Sin previo aviso me incoporé y mi acción acabó arrojando a Misha fuera de la cama. Especificamente al piso ya que se encontraba sentado en el borde y de mi lado. Estallé en carcajadas en cuanto nuestras miradas se conectaron.

-Lo siento, no fue intencional - dije entre risas.

- Tranquila, a leguas se ve tu arrepentimiento.Desde cuando estás despierta, Nina? -dije riéndo también, me sentía un poco tonto por haber caído en su trampa.

Ignoré deliveradamente sus palabras. Me negaba a reconocer que le había tomado el pelo y había disfrutado con ello. No es pecado intentar extender los buenos momentos, o si?

-Tienes que irte verdad - mas que una pregunta fue una afirmación de mi parte- En cinco minutos estoy lista.

Observaba cada uno de sus movimientos. A pesar de que su estatura era superior a la media, se deselvolvía con agilidad. No estaba acostumbrado a involucrarme con mujeres como Nina. Ella era capaz de mutar de un estado a otro sin el menor esfuerzo, se veía tan segura de si misma. Por no hablar de su extraño sentido del humor. Evidentemente, no era una mujer común, lo suficiéntemente especial para que Kyle se preocupara por su bienestar.

Debería ser prohibido estar tan bueno -Concentrate Nina - me repetía como una letanía, una y otra vez. Mientras me vestía y lavaba los dientes en el baño. Pero era tan difícil hacerlo, sabiendo que Misha y una gloriosa cama imperial se encontraban en la habitación contigua.

Realicé par de inhalaciones y exhalaciones antes de salir. Comportarme como una perra en celo crearía muy mala impresión y retrasaría a Misha. Por lo que con pasos decididos me encaminé a su encuentro, para irnos. Era lo mejor, al menos para él.

-Eso fué realmente rápido - No pude evitar que las palabras escapasen de mi boca en cuanto apareció en mi campo de visión y me sentí avergonzado por ello.

-Acaso lo olvidaste, no soy igual a las demás mujeres.

Y como olvidarlo, de tan solo recordar la nochecita que tuvimos deseaba faltar al trabajo. Que energía, por Dios y antes de ceder a mis impulsos me levante y comencé a caminar hacia la puerta ignorando olímpicamente mis anteriores pensamientos.

- Para nada - le dije abriendo para ella.

***** *****

Kyle vivía en un barrio tranquilo. De echo, él era la nota discordante del vecindario. Probablemente los ceros de su cuenta corriente eran los responsables directos de que aún permanezca viviendo en el mismo sitio, después de que su última fiesta se saliese de control.

Misha detuvo su coche frente al portón que separaba su propiedad de la calle.

Nos despedimos y antes de bajar del carro ya tenía las llaves en la mano. Había insistido en aguardar a que yo entrase y no demoré mucho en hacerlo, no quería que perdiese más tiempo.

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