Capítulo 3

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Si en el pasado alguien me hubiese dicho que un lugar como este existía y mejor aún que estaría disfrutando de sus instalaciones me hubiese cagado de la risa y lo habría catalogado de demente. Por Dios, había muerto y estaba en el Olimpo. Cuanta belleza, concentrada en un mismo sitio. No sabía a donde  dirigir mi vista y en vano busqué un punto fijo para evitar comerme con los ojos esos espléndidos cuerpos que circulaban de un lado a otro en su gloriosa semidesnudez cómo si nuestra presencia no afectara para lo que sea que estuviesen haciendo.

-Amor cierra la boca, te vas a babear- Me volteo lentamente hacia a mi interlocutor y sin que este lo espere lo tomo del brazo, un tanto brusca, debo admitir. Para decirle al oído de manera que solo él pueda escuchar.

-Te doy 2 segundos para que empieces a cantar y te va quedando uno. A menos que desees quedarte a solas en este instante.

-No te atreverías, pero voy a decirte. Estamos en "El Paraíso"-comencé a reír ante sus palabras detuviéndome al comprobar que no estaba bromeando.

-Sigo sin comprender, ese nombre no me suena de nada.

- Si dejaras de interrumpirme. En fin, "El Paraíso" es un club, donde puedes obtener casi todo lo que desees, desde un masaje hasta un tórrido romance de un día. Solo algunas personas saben de su existencia y para ser socio debes tener una cuenta corriente de unos cuantos ceros, porque evidentemente, las coutas no son asequibles a todos los mortales, pero teniendo en cuenta los beneficios. Vale la pena. También debes firmar un contrato de confidencialidad. Estás aquí porque soy socio y digamos que tengo algunas conseciones.

-Deduzco que eres el responsable de todas y cada una de esas sonrisas de anuncio Colgate, estimado Dr. Morris, o me equivoco?. Y por qué andan semidesnudos a excepción de Adonis de la entrada.

-Estás en lo cierto. Veo que Rob te impresionó. Bueno funciona así, ves aquella joven que se dirige aquel señor. Ella es Brenna, trabaja en el Spa. Es una excelente masajista, y también una de las más solicitadas en otros aspectos- lo miro con algo de incredulidad reflejada en mi rostro- Si, es lo que estás pensando. Si algún cliente desea tener relaciones sexuales con ella o cualquiera de los que trabajan en cualquiera de las áreas de esparcimiento o relajamiento del club puede hacerlo, es parte de su trabajo. Y debo agregar que no es en contra de su voluntad. Todos los trabajadores saben a que atenerse desde el instante en que firman el contrato de trabajo y confidencialidad que los ata al Club. Andan semidesnudos porque uno de los requisitos para trabajar aquí aparte de ser bueno en tu profesión, es poseer una imagen envidiable y agradable va la vista.

-Es decir que a los feos no los contratan por buenos que sean en su trabajo y aparte de un buen masaje o lo que vengas hacer aquí sales con una buena follada.

-En ocasiones eres tan vulgar Nina, que me cuestiono tu capacidad para comportarte en público. No es solo eso, también tienen alguna que otra Boutique dentro de las instalaciones por si los socios del club desean adquirir algún artículo en específico, Gym, habitaciones especiales para aquellos que deseen experimentar su lado Sadomasoquista y hasta etc.

-Wow Ky, me gusta. Debiste haberme traído antes.

-Prefiero no responder a eso.

-Y cual es nuestra agenda para hoy si fueras tan amable titi.

-Pensé que nunca lo preguntarías-Se veía que estaba disfrutando el momento, hasta los ojos le brillaban- Para empezar iremos al peluquero a cambiar esa imagen de mujer amargada y desprovista de orgasmos que tienes, nos haremos manicure y depilación. También te haremos socia del Club, en lo que almorzamos con Lara y después iremos a escojer el atuendo ideal para esta noche. Según mis calculos acabaremos justo a tiempo para cenar antes de irnos para "Imperio". Que te parece?

-Y dale con los nombresitos raros. Cómo era aquello que decías sobre dejarme fluir? - Kyle comenzó a reír ante mis palabras y no tuve más remedio que acompañarlo. Él tenía razón debía relajarme. Hacía tanto tiempo que no me dejaba llevar que ya olvidaba lo bien que se sentía compartir una día con él.

-Estás lista amor.

-Yo nací lista Ky.

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Eran las 8:30 pm cuando salimos de las intalaciones de "El Paraíso". Tal como dijo Ky nos fuimos directo a cenar. Apenas comenzaba la noche y aún así, me sentía plena, felíz vibrando de anticipación ante lo que me depararía el futuro a corto plazo.
-Un centavo por tus pensamientos- lo miro, hay tantas cosas que deseo decirle, tanto que agradecerle. La culpabilidad me asalta una vez más. Sacudo mi cabeza en un intento por ahuyentar esos pensamientos fatalistas. No puedo permitir amargarme la existencia y arruinar la noche. Kyle se ha esforzado demasiado. Sonrío y aprisiono con una de mis manos una de las suyas, intentando transmitirle todo mi cariño y agradecimiento.

-En lo agradecida que estoy de tenerte en mi vida. En lo afortunada que soy en haberte conocido y disfrutar de tu amistad y en lo mucho que te admiro por ser simple y llanamente tú. Gracias titi, por todo.

-Gracias a ti amor, sabes que te quiero mucho verdad.

-Lo sé, yo también te quiero mucho Ky. Dime que estamos cerca del restaurante me siento famélica.

-Hemos llegado Nina- parece que hoy es el día de las sorpresas. Estoy comenzando a dudar si Kyle y yo realmente vivimos en la misma ciudad. Me ha traído a restaurante que tampoco recuerdo haber visitado nunca.

Veo como desciende del auto y le ofrece las llaves al valet parking. Gentilmente me ayuda a bajar del coche, para acto seguido introducirnos en aquel lujoso restaurante donde un solícito Maitrê nos indicaba el camino hacía nuestra mesa.

Mientras caminaba notaba las miradas mal disimuladas de algunos comensales sobre Kyle. Reconozco que a su manera era un hombre atractivo y poseía estilo propio de estatura promedio, pelo castaño con un corte a la moda, ojos de un color miel que podían transmitir muchas cosas cuando lo deseaba sin necesidad de palabras. Tenía la sombra de una barba de tres días, sello distintivo de su personalidad algo rebelde y de cierta forma lo hacía lucir caliente. Su cuerpo era bastante definido si tenemos en cuenta lo poco que visitaba el Gym y su atuendo consistía en unos jeans algo ajustados color cielo que dejaban poco a la imaginación. Combinados con una camisa negra con las mangas dobladas hasta los codos haciendo  resaltar su piel blanca, la llevaba con los dos primeros botones abiertos dándole un sexy. La verdad se veía arrebatador, sexy y caliente.

Ky había elegido una mesa apartada de miradas indiscretas. Mientras él hablaba con el camarero decidí recorrer con la mirada el lugar. Debería tener al menos 25 mesas distrubuidas estratégicamente y rodeando al mismo tiempo un pequeño escenario donde un joven interpretaba una canción de jazz.

-Que te parece, te gusta? - Me pregunta Kyle captando nuevamente mi atención.

-Si, me agrada el estilo. Por qué no me habías dicho de la existencia del Club y este restaurante o mejor por qué no habíamos venido antes?

-Y todavía lo preguntas.Nina desde que comenzaste con Bratt, tal parecía que vivías bajo arresto domiciliario, sin contar las horas nalgas que le dedicaste al trabajo cuando decidiste abrir el hotel. No me alegro de tus problemas matrimoniales pero sino fuera por ellos y la reciente ruptura con Bratt ahora no estuvieras aquí sino acuartelada en la tranquilidad de tu hogar- Al decir esto último hizo ese gesto de comillas con las manos. No pude evitar sonreír. En ocasiones era tan él.

-Que ordenaste para cenar, cariño- dije intentando cambiar el tema, no deseaba continuar hablando de Bratt y sentía que ya había tenido más que suficiente por el resto de mi vida de él.

-La especialidad de la casa, acompañado por un vino especial para la ocasión. Por cierto ya viene.

-Gracias a Dios, muero de hambre.

-Cuando, Nina, Cuando no.

Una vez más, no cedí ante sus provocaciones. Y sin dirigirle la palabra me dispuse a dar cuenta de la suculenta cena que tenía enfrente.

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