VIII

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Joshua se despertó temprano por la mañana con el sol dándole de lleno en el rostro. Apoyó con lentitud ambos pies en el suelo a orillas de la cama y con cuidado estiró su pierna, sintiendo ese dolor en su rodilla que le hizo encorvarse un poco. Estaba viejo, sus huesos ya no funcionaban como antes y se sentía un poco más cansado que días anteriores. Se giró hacia atrás un poco y ahí estaban ese par de ojitos somnolientos mirándolo sonrientes desde la comodidad del colchón.

- Buenos días, amor – sonrió Jeonghan, brillando como cada mañana, como cada día, como cada segundo en su vida. El dolor en su rodilla parecía haber desaparecido de pronto - ¿Duele? – preguntó mirando su mano apoyada en su rodilla. Joshua asintió.

- Buenos días – estiró su mano para acariciar su cabello, Jeonghan cerró los ojos como un gatito – Un poco, menos que días anteriores. No hace frío hoy.

- ¿Trabajarás en el jardín hoy?

- Un poco, después de comer, ¿Quieres ayudarme?

- Claro.

La vida era tranquila, la vida era maravillosa cuando estaban los dos juntos. Habían dejado de vivir en el departamento poco después de que el perrito de Joshua había muerto de viejito, decidiendo que quizás vivir en una casa pequeña sería lo mejor. Estaban envejeciendo, no podían subir siempre las escaleras del edificio y lo mejor sería tener una casa cómoda que pudiesen arreglar a su gusto. Quizás era por hacerse viejos, pero Joshua había desarrollado un gusto por la jardinería, y Jeonghan de alguna forma había terminado tomándole cariño también. Así, podían pasar tardes enteras en el jardín regando, cortando, observando las flores y riendo juntos, tomándose las manos, adornando sus cabellos con flores y riendo aun coquetos y llenos de vida.

Luego del jardín Joshua había decidido darse un baño antes de cenar juntos. Fue entonces cuando miró su muñeca.

10.

Sintió su corazón palpitar con dolor. 10 besos. Le quedaban solo 10 besos.

Se asomó a la habitación donde Jeonghan leía un libro y le pidió que lo acompañara a la sala, le dijo que necesitaba decirle algo totalmente importante que no podía esperar. Jeonghan, tranquilo, había dejado el libro sobre la mesita de noche y lo había seguido a la sala, sentándose juntos en el sofá.

No dijo nada. Ninguno dijo nada durante un largo rato, hasta que Joshua suspiró y temblorosamente (por el miedo y la edad) estiró su brazo con la manga doblada hasta el codo, dejando ver todo con claridad.

10.

- Es un poco tarde para explicarlo – comenzó a hablar, su voz mostraba el miedo que estaba sintiendo. Jeonghan no dijo nada, dándole el espacio para que siguiera hablando – Yo, quiero disculparme primero... por no decírtelo antes. Estaba aterrado, tenía miedo de tu reacción y fallé en mentirte todo este tiempo – agachó la mirada pero la alzó al instante, encontrándose con los ojos serenos de Jeonghan. Tragó saliva – Cuando cumplí los 17 años y recibí mi marca, algo era distinto al resto. Tenía una segunda marca.

Así, con tranquilidad, Jeonghan escuchó con manos cruzadas y expresión suave toda la historia de Joshua. Cómo el segundo número indicaba la cantidad de besos que podría dar, cómo aquello le había hecho querer no conocer jamás a su soulmate, cómo había huido diez años de él hasta encontrarse por accidente tras el choque de la bicicleta. Le contó cómo se enamoró al instante, y cómo tuvo terror cada día de decirle su condición, le explicó el miedo que sentía cada día de olvidar el conteo y besarlo infinitas veces hasta morir. Le explicó cómo había hecho de su vida lo más feliz que pudiese imaginar y cómo no se arrepentía ni se arrepentiría jamás de haber tomado la decisión que tomó esa tarde, de haber decidido a su corazón y al destino y dejar fluir el amor.

Lloró. Lloró pidiéndole perdón por esconderlo tanto tiempo, lloró por estarlo diciendo tantos años después, lloró porque, a pesar de todo, le había dado una vida plena llena de amor y felicidad y no podría sentirse más grato.

Jeonghan no borró su sonrisa de su rostro en ningún momento, y cuando Joshua parecía haber terminado de hablar y solo tener lágrimas para derramar, Jeonghan alzó su brazo, levantando lentamente su muñeca con sus dedos viejos y débiles. Joshua miró con atención, dejando las lágrimas correr, y con ojos abiertos como platos lo miró, viendo aun esa sonrisa en su rostro aun cuando sus ojos no paraban de botar y botar lágrima tras lágrima.

Un 10. Mediano, claro, idéntico al suyo. Un 10 bajo el 0 de su encuentro.

Joshua sintió sus labios temblar. Jeonghan lo tomó de las manos.

- Tú y yo somos iguales, Shua – sonrió amplio sin dejar de llorar, y sin esperar ni un momento más lo abrazó con fuerza, acariciando su espalda temblorosa y sintiendo el par de brazos apretarlo por la cintura de forma suave para no lastimarlo, después de todo, ambos estaban viejos.

Y así, un alivio que no creía poder haber sentido se hizo presente en su pecho. Todo este tiempo, sin saberlo, Jeonghan había vivido el mismo infierno. Ambos tenían la misma condición, ambos tenían la "maldición" de los mil besos. Ambos tenían un diez en sus muñecas y ambos se sentían incluso más enamorados ahora, compartiendo hasta la cosa más pequeña.

Se abrazaron por largos e infinitos minutos que se sintieron como horas y días. Se miraron a los ojos y sin pensarlo se besaron con delicadeza una, dos, tres veces, para volver a abrazarse una vez más. Se acariciaron. Ya no hacían el amor como antes, sus cuerpos cansados no tenían la misma energía de entonces. Pero podían amarse. Jeonghan secó sus lágrimas con sus dedos.

- Tengamos una cita.

Se levantaron temprano la mañana siguiente y se dieron un beso de buenos días. Se dieron una ducha y se pusieron su mejor ropa, peinaron sus cabellos y se dieron la sonrisa más brillante de todas. Sería un hermoso día.

Salieron a comer juntos, teniendo un picnic en el parque, sentados en una manta bajo un enorme árbol que daba sombra y sobre el césped fresco. El aire de verano. El sol. La brisa. El sonido de las hojas de los árboles danzando al ritmo del viento. Se regalaron un beso avergonzado, como si de adolescentes enamorados se tratasen. Fueron al cine entonces para disfrutar una película, no soltaron sus manos en ningún momento y lloraron un poco con el final de la película. Entonces se dirigieron a la playa, emocionados, y caminaron descalzos por la orilla recogiendo conchitas y pisando las olas húmedas que se arrastraban por la arena suave entre sus dedos. Joshua había olvidado por completo el dolor en su rodilla, no había tiempo para eso. Al volver a su casa se sentaron en el jardín y Joshua tocó guitarra y cantó para él. Cantaron juntos varias canciones y rieron con fuerza, a pesar de los años sus voces no habían perdido sus bellas notas. Miraron la hora, entonces miraron sus brazos y finalmente se miraron a los ojos.

1.

Estaban completos.

Apagaron las luces de toda la casa, prendieron solo las lámparas de las mesitas de noche en la habitación. Se cambiaron ropa y se acostaron juntos, sin dejar de mirarse a los ojos. Apagaron entonces las luces, de todos modos, podían verse aun iluminados por la luz de la luna entrando por las cortinas abiertas. Acariciaron sus rostros y entrelazaron sus dedos.

"Te amo. Te amo como nunca creí ser capaz de amar, Jeonghan. Te amo porque eres tú y porque me dejaste amarte así. Gracias por estos años de felicidad"

"Te amo por encontrarme y te amo por ser valiente. Te amo por lo que eres, con tus miedos y fortalezas, Shua. Te amo con todo mi ser, y gracias a ti estos años fueron maravillosos".

Dejaron correr las lágrimas, apegándose más al otro. Sus corazones latían como la primera vez que se vieron. Se miraron a los ojos una última vez sin dejar de sonreírse, uniendo sus frentes. Cerraron sus ojos y, con un leve toque, unieron sus labios en su último beso.

0.


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N/A: Esta historia la escribí tan rápido como nació, en realidad la tenía lista desde que publiqué la primera parte pero quería causar más estragos en sus corazones. Tengo mucha pena, lloré escribiendo esto desde el principio, no sé por qué me pegó tan fuerte pero aun estoy sensible jaskdws muchas gracias a todos, todas y todes por darte el tiempito de leer, votar y comentar esta historia que hice con todo mi corazón. Muchas gracias <3

mil besos. [JiHan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora