mil besos. [JiHan]

III

Cuando lo presentó con sus padres ambos se mostraron asombrados, impactados, y antes de que Joshua pudiese decir cualquier cosa ambos los abrazaron a los dos, llorando de felicidad pues su hijo finalmente había decidido conocer a su soulmate y olvidar el problema que lo aquejaba. Habían cenado juntos, reído juntos, hablado sobre ellos y Joshua, por primera vez en 10 años, sentía que estaba siendo realmente feliz.

Jeonghan era encantador. Joshua no entendía cómo el asunto de los soulmates podría funcionar a la perfección, en su momento había tenido sus dudas sobre si realmente funcionaría tan bien, pero en ese momento veía a Jeonghan sonreírle mientras hablaba, cómo lo miraba directo a los ojos como si no temiera nada de la vida, cómo fijaba sus ojos en sus labios mientras hablaba haciéndole ponerse más y más nervioso a medida avanzaba, entonces podía comprobar que todo era cierto.

Se miraron a los ojos largo rato, Joshua habló más y más bajo hasta que ningún sonido salió de sus labios, sintiéndose hipnotizado por la mirada de Jeonghan. No dijeron nada, y con suavidad unieron sus labios en un primer beso, el beso más dulce que Joshua haya podido imaginar. Todo su ser sintió que flotaba, cada centímetro de su cuerpo estallaba en fuegos artificiales coloridos que tensaban y relajaban su cuerpo una y otra vez. Alejaron sus labios y se miraron a los ojos. Se abrazaron con fuerza y dejaron el silencio envolverlos, dejando silenciosas lágrimas escapar de sus ojos.

- ¿Por qué tardaste tanto? -preguntó Jeonghan en un suave susurro que llenó cada uno de los poros de Joshua. Este apretó el abrazo, acariciando su cabello suave.

- Tenía miedo... - murmuró entre su cuello y su cabello.

Con miedo miró su brazo lentamente, fijando su vista en su muñeca expuesta, pues su sudadera se había levantado un poco. Apretó sus ojos con fuerza y dejó las lágrimas correr sin remedio.

999.

Joshua estaba aterrado.