mil besos. [JiHan]

VI

" ¿A qué le temes?"

Joshua miró a Jeonghan quien, acurrucado apoyando su cabeza en su hombro, continuaba mirando el cielo estrellado que podían ver desde el balcón de su departamento. Joshua curvó sus labios.

"A cuando te enojas porque ordené tus cosas."

Jeonghan le dio un manotazo intentando parecer serio y ofendido, aun cuando Joshua era capaz de escuchar su risita desde donde estaba. Ambos suspiraron, aun mirando el cielo. Solían recostarse acurrucados en el balcón, en un viejo sofá que Jeonghan había traido de la casa de sus padres, se cubrían con mantas sobre él y bebían café y chocolate caliente mirando el cielo.

"A estar solo."

Jeonghan escondió su rostro en su pecho unos segundos, respirando tranquilo. Se enderezó y con suavidad mordió el hombro de Joshua, haciéndole dar un salto. Este lo miró pidiendo alguna explicación. Jeonghan rio.

"Nunca estarás solo. Estoy contigo."

Sonrió. Estaba oscuro y no podían verse con claridad, pero Joshua sabía que estaba sonriendo con ese adorable sonrojo que se formaba en sus mejillas cuando decía algo dulce. Joshua apoyó su mentón en su cabeza unos instantes, tomó un sorbo de café y aspiró con un poco de fuerza, sintiendo un resfriado acercarse. Silencio.

"¿Y tú, Jeonghan? ¿A qué le temes?"

La sonrisa se borró entonces y Joshua acarició su cabeza. Sabía que hablar cosas así de profundas era difícil para él. Esperó el tiempo suficiente, jamás debía presionar a Jeonghan para que hablara, solo se mantuvo acariciando su hombro con suavidad.

"Al olvido... Que me olviden."

Joshua suspiró y cerró sus ojos, escuchando el ruido de los autos a lo lejos, el viento soplar. Sus corazones.

"Jamás te olvidaré, jamás podría."

La sonrisa volvió, y probablemente sus ojos estaban húmedos ahora. Rió suave, dejando salir un suave Ahhh, se acurrucó una vez más y escondió su rostro en su pecho una vez más. Joshua se sonrojó, así podría oír los latidos de si corazón. Se miraron finalmente luego de eternos y serenos segundos y con una sonrisa se besaron una vez más.

"Lo sé, yo tampoco podría olvidarte."

Joshua quiso gritar con toda la fuerza de sus pulmones cuánto amaba a ese hombre.