Cuando te atreves a soñar

CAP. 7 "No hay sueño del que no despiertes"

-Abby

Yo enmudecí. ¿Era cierto lo que oía?

Una lágrima se resbaló por mi mejilla, y yo, dirigí la mirada hacia el suelo para que Harry no me viera llorar.

-¿Qué? ¿Por qué lloras Sarah?

Yo solté sus manos, le dí la espalda y me puse las manos en la cara

Harry, se acercó a mí y apartó mis manos de la cara, y con el pulgar acarició mi mejilla para limpiarme un poco las lágrimas

-No lo entiendo Sarah. ¿Qué te ocurre? ¿He dicho alg... -y Harry pensó algo y no terminó la frase- Oh, ya veo...lo siento mucho.

-¿El qué sientes Harry? -decía yo aún mirando al suelo-

Harry me cogió la barbilla para que le mirara fijamente

-Pensabas que eras tú, ¿verdad?

-Tu no tienes la culpa. La culpa la tengo yo por hacerme ilusiones.

-Así que es eso...lo siento de veras Sarah, cielo. No pensaba que...bueno...tú...

-Ya, ya...no hace falta que lo digas. He sido una estúpida.

-Se que soy tu debilidad, y ahora me siento fatal por habértelo dicho.

-No te sientas mal.

Entonces, Harry me cogió de la mano, nos sentamos en un banco que había cerca y nos pusimos a hablar.

-Lo siento muchísimo. No se que hacer para arreglarlo.

-Nada. No hagas nada. Si ya sabía yo que estas cosas solo pasan en las fanfictions...

Harry me vio que estaba llorando de nuevo, me limpió las lágrimas y me dio un beso en la mejilla y luego me abrazó.

-¿Te sientes mejor?

-No demasiado Harry, pero no te preocupes. Y ahora vamos, los demás nos esperan con los cafés.

Harry y yo volvimos al hotel, y no hablamos una palabra durante el camino.

Entonces, Harry me cogió de la mano un momento y yo puse mi cabeza sobre su hombro. Nos paramos y entonces, Harry me abrazó.

-Lo siento -repetía todo el tiempo-

Cuando nos separamos, acaricié la cara de Harry y le volví a decir:

-No es tu culpa

-Vaya chicos, ya era hora, los cafés se iban a enfriar ya -dijo Louis-

Yo estaba con la cara larga

-¿Qué te ocurre Sarah? -me dijo Liam-

Harry le hizo una señal para que no preguntara nada y Liam cogió la indirecta. Yo me fui directamente hacia el balcón y me puse a mirar las estrellas, entonces, una lágrima volvió a caer.

Abby, apareció por ese balcón y se puso a hablar

-¿Qué te pasa?

-Nada, tonterías mías.

-No Sarah. No son tonterías. Sonríe por favor, no quiero que nuestros ídolos nos vean llorar.

-Bueno, a lo mejor para tí Abby, alguien dejará de ser tu ídolo para convertirse en otra cosa.

Abby se extrañó

-¿Cómo?

-Nada, ya lo descubrirás.

Abby se quedó extrañada de nuevo, y luego, entró con los demás.

Niall se acercó y me habló