Capítulo 8 .- Tortura imaginaria

12 0 0
                                    

Han pasado dos meses, sigo sin dormir bien... No conecto ideas como antes, mi entusiasmo va de baja, en picada... Empecé a tener problemas con los nervios, me dan espasmos en las manos o los ojos, por alguna razón siento entre ratos como sube mi ritmo cardíaco, como si algo me emocionara de pronto, pero no es emoción, es desesperación, es estrés, ya no sé qué hacer, no sé qué pensar, tengo la garganta llena de presión por gritar, pero como si fuese parálisis de sueño, no puedo mover nada.

Las ojeras debajo de mis párpados pesan y quieren tomar un color rojizo por querer reventar, liberar aquello que me duele y me pesa en el cuello, el desayuno me es insípido, la nieve no me hace sentir frío y el fuego de la chimenea no me calienta ni un solo poro. Han sido dos meses de no responder nada superior de una oración a mis padres, y ya no me importa que me fastidien, es más, ya hasta se cansaron de no verme rabiar, ya no quiero problemas con nadie, ya no quiero nada de nadie; nunca espero nada de nadie, y aún así encuentran en modo de hacer pedazos la poca fe que le tengo a las personas.

Hay días que quiero pensar que mi familia aún está conmigo, que me apoya y me sostiene por detrás mío para que no me caiga, pero me digo a mi mismo: "si no caes y no sientes el golpe, nunca aprenderás lo que es la vida en verdad", a veces debes sentir el dolor para aprender de ese dolor y usarlo para tu siguiente batalla, quizá por eso soy tan... Viejo de alma, soy un señor en boca y alma, y tengo en mente que aún me falta más dolor y más por tolerar.

La vida es como un juego, a mayor nivel, mayor la dificultad del problema o reto. Es bueno saber que no tengo que ver por mi familia o hijos, eso se lo debo a mis padres, pagando deudas y trabajando para sacarme adelante y lograr algo para no ser un don nadie, además... Por el momento ya tengo suficiente...

Elizabeth, lamento no tener animo de verte, quisiera abrazarte y decirte que estoy bien, pero no quiero liberar mi dolor en frente tuyo, no debes preocuparte a esta edad por nadie, ese soy yo, no cambies papeles, no es bonito.

Hace 5 minutos estábamos en el pino, celebrando la navidad y prometiendo estar juntos... Oliver, aparte de mis padres a ti te debo la vida, no hubiese sobrevivido de no ser pot ti.

El psicólogo no ayuda en nada, solo me confunde con esas torpes imágenes en tinta, tratando de entrar a mi cabeza como si fuese su casa de veraneo, cree que puede saberlo todo con solo preguntar y hacer congeturas idiotas de cosas o temas que ni siquiera son mi problema, ¿Qué sabes tú de la mente y cómo trabaja si no has aprendido de ti y como te sientes tú? Apostaría cualquier cosa a que ni siquiera te entiendes tú mismo... La protesta de mi vida, nadie me conoce del todo, y yo... No trato de entender a la gente, nunca sabré de nadie al 100%, y lo que pido es que no actúen como si me conocieran por completo...

Llegó mi madre de trabajar, y yo mi siquiera me había levantado de la cama, me dolía la espalda y el cuello, pero me reusaba a salir de la habitación.

-¿Erick? Necesito que bajes hijo -dijo mientras dejaba las llaves en la barra-

-no presté atención, ni hice caso, me dió igual y me quedé en cama, me cubrí incluso más con cobertor y almohada, como si eso me hiciera escuchar menos al mundo.-

-Hijo, por favor, necesito que bajes, *baja la voz* extraño a mi hijo Erick, lo extraño muchísimo, y... No sé que hacer para recuperarlo, *dice entre lágrimas* tu sabes que igual necesito de mi pequeño para ser feliz y sentirme viva, si tu estás triste yo lo estoy, ¡Erick! ¡Mi amor, me partes el corazón! ¿No quieres bajar? Tengo una sorpresa... Si quieres saber qué es, *se quita las lágirmas y se limpia la nariz* entonces baja corazón, tu puedes mi amor, siempre has demostrado poder, *suelta el llanto* ah... Te amo hijo... No tienes idea... *recarga su cabeza contra las escaleras de madera*-

-Me odié en ese momento, no tenía valor para bajar, no e reaccionaban las piernas, mi cerebro no podía pensar en nada, y a la vez dolía... Mis dientes rechinaban de odio y coraje y, mis manos trataban de levantarme el torso y pararme de una maldita vez - demonios...-

-Debí venir en otro momento, *dijo Elizabeth con voz baja*-

-No digas eso Eli, querida, es solo que ha sido difícil tratar con él en los últimos meses, no come bien, no duerme, ni siquiera ha llorado, ¿no han hablado en la escuela, hija?-

-Me evita mucho, dice que no quiere preocuparme, pero solo me termina llenando de coraje y, a la par preocupándome -

-Oh... Ya veo... *aprieta la mano y la coloca en su pecho* Mi hijo... haría lo que sea por recuperar tu felicidad, mi bebé... *cierra fuerte los ojos*-

*La abraza fuerte por detrás*

-Erick... Bajaste, corazón-

-Mamá... Ah... Oliver falleció... ¡Oliver está muerto! ...¡¡AHHHHH!! *revienta en llanto*

-*le dice llorando* ya mi amor... Ya pasó todo, ya pasó cariño *lo abraza con fuerza*-

-*Elizabeth lo abraza junto a su madre* te extrañé, Erick-

-¡AHHHHHH! ¡OLIVEEEER!.-

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 28, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

El pasado de las sombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora