Mi deseada realidad N.H

Capítulo 60 "Juntos"

Capítulo 60 "Juntos"

Deje las llaves encima de la mesa y cerré la puerta cuando Niall termino de entrar, me dirigí a la cocina y leí un recado que mama había dejado sobre el refrigerador.

<< La comida está en la estufa, la calientas en el horno y preparas la sopa, te veo en la mañana >>

-¿Tienes hambre?- pregunte a Niall.

-No, gracias.

-¿Seguro?- reí.

-Seguro.- afirmo riendo también.

Después de preparar los alimentos, me senté a la mesa y me puse cómoda para comenzar a comer, pero había una fricción en el aire que no me permitía estar a gusto. Tal vez era la mirada de Niall fija en mí o tal vez, sólo tal vez, era el sentimiento de paz y felicidad que ahora experimentaba gracias a que él estaba ahí. Y era un sentimiento que había olvidado visitarme.

-¿Y cómo vas con eso? Con... la comida.- pregunto Niall, note que estaba jugando con un pequeño hilo proveniente de su sudadera.

-Mejor gracias, en el hospital me enseñaron a cuidar mi dieta, sin exagerar tanto, claro.

-Me alegro.- sonrió un poco afligido.

El crujir de la comida en mi boca rompía felizmente el silencio en la cocina. Tenía tantas cosas que decirle pero... no sabía por dónde empezar. Eran demasiadas que temía a su salida, podría resultar algo brusca e inentendible.

-Niall yo...

-Julie yo...

Sonreímos divertidos pues ambos habíamos pronunciado las palabras al mismo tiempo.

-Tu primero.- dijo.

Me aclare la garganta.

-Uhmm... yo... yo.- el tono de mi voz subía cuando me ponía así de nerviosa-. Yo...

-Yo lo siento Julie.- tomo la iniciativa.

-No, yo soy la que lo siente.- seguí ya armada de valor. Pero aún era incapaz de verle a los ojos-. Ese día... no sé qué pasó, lo que te dije fue algo inconsciente. Créeme que nunca quise decirlo, estaba muy alterada y...

-Ambos lo estábamos.- interrumpió-. Creo que los dos dijimos cosas sin sentido.- me tomo de la mano y mi cuerpo sufrió de un colapso interno-. Yo soy el culpable de todo, de que ese día te fueras triste y enojada, de que esa enfermedad te...de todo.

-No, no digas eso.- negué con la cabeza y lo mire-. La verdad es que todo el tiempo estuve pensando en ti y en llamarte pero fui una cobarde.- baje la mirada al igual que mi voz-. Pensé que así era mejor ¿sabes? No soportaba la idea de no verte tan seguido.

-Yo creí que podía olvidarte Juls, pero no pude.- me dio un escalofrío cuando pronuncio aquellas palabras-. Te veía en cualquier lado, en cualquier rostro, ¡comencé a alucinarte!- su respiración se exalto-. No sabes cuánto te extraño, por eso decidí buscarte hoy, ya no lo aguantaba.

Ambos nos quedamos viendo fijamente a los ojos, los de él lucían un brillo especial, eran tan deslumbrante que temía a quedarme ciega, ciega de amor.
Entonces me di cuenta; ya no importaban los errores que ambos habíamos cometido o las palabras dichas aquel día, no puedo vivir sin él, él es mi vida y lo amo mucho más de lo que pensaba. Mi ser, mi respiración, mi alma entera giraban alrededor de él.

Repentinamente de un salto me levanté de la silla y con paso apresurado rodee la mesa para encontrarme con Niall. Como si leyera mis pensamientos, él hizo lo mismo y ambos nos entregamos a los brazos del otro. Fue como si estuviera sufriendo de electrochoques, reviviendo mi felicidad. Ahí estaba él, abrazándome como si no hubiera mañana y yo ahí, abrazándolo como si mi vida dependiera de ello.

-Lo siento mucho, mucho Julie.- dijo afligido y con firmeza.- Nunca quise hacerte daño.

-Soy yo la estúpida.- solloce, las lágrimas ahogaban mis palabras pero luche contra ellas-.Ya no me importa nada Niall, sólo quiero estar contigo.

-Y yo te necesito conmigo.- me sostuvo más en sus brazos-. Nunca te volveré a dejar.

Me perdí en su aroma tan perfectamente único. Fue como estar en el paraíso, como si me estuviera haciendo el amor ahí mismo, con ese abrazo.

-Deja de llorar, sabes que no me gusta verte así.- susurro mientras acariciaba mi cabello, en verdad que lo extrañaba mucho.

-Lloro de amor, de amor por ti.- alce mi vista para verlo mejor.

Limpio mis últimas lágrimas con una suave caricia y cerré los ojos, entonces me prepare para ese sabor de sus labios. Mi respiración se acorto cuando el aliento cálido de su alma choco torpemente sobre mi cara, sus labios se acomodaron perfectamente en los míos y comencé a mover mi boca de un lado a otro para profundizar el beso, ahora que regresaba a mí no quería soltarlo.

-Te amo Julieta.- dijo al separarse de mí.

-Yo te amo más.- sonreí.

Lo tome de la mano y apague la luz de la cocina para salir. Subimos por las escaleras hasta llegar a mi habitación.

-¿Y tus padres?- pregunto antes de entrar.

-Se fueron a una fiesta de trabajo, no regresarán hasta mañana.

Lo seguí guiando hasta que los dos estuvimos dentro.

<< Estaré allí hasta que las estrellas no brillen
Hasta que los cielos estallen
Y las palabras no rimen
Yo sé que cuando muera, tu estarás en mi mente
Y yo te amo, siempre >>