Capitulo 61 "La estúpida y El cobarde"

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Capítulo 61 "La estúpida y El cobarde"

-Pensé que estaría tapizado de pósters.- comento mientras observaba atento mi habitación.


-Lo estaba.- confesé-. Pero después los tuve que quitar...


-Pero ahora los volverás a poner ¿no?


-Si tú me ayudas.- condicioné.

Lo seguí con la mirada mientras él continuaba con su inspección. Sonrió al ver la foto instantánea de ese entonces, tal vez era tiempo de sacar otra ya.

-Si un día te sientes inútil y deprimido...- comenzó a leer mi frase escrita en el pizarrón.


-Has mejorado tu español ¿eh?- lo halague mientras me quitaba los tenis.


-Algo.- se encogió de hombros.

Me acerque al espejo y me fui quitando los accesorios que traía encima.

-Sé que mi cuarto no es tan grande como el tuyo pero...


-No me importa eso Juls.- interrumpió-. Me encanta... es tan tuyo.- sonrió.

-Gracias.- me sonroje.


-En toda tu estadía en Londres nunca te vi con una trenza.- camino hacia mí. Sólo me encogí de hombros y comencé a deshacerla.


-Déjame terminar.- se ofreció. Asentí con la cabeza y siguió con mi trabajo. Sus dedos se enterraban fielmente sobre mis cabellos, parecía como si estuviera puliendo alguna clase de tesoro. Depósito un pequeño beso sobre mi cabeza y después dijo:

-¿Alguna vez te han dicho que eres hermosa?


-Sólo tu.- lo mire por el espejo, parecía una pintura extraordinaria, una obra de arte del mismo Da Vinci. Gire mi cabeza para ahora verlo a los ojos.

-¿Te gustaría besarme?- pregunte, moví mi cuerpo completo para quedar frente a frente. Subí mis manos sobre su pecho y el coloco las suyas por detrás de mí cuello.

-Las veces que quieras.

Sus últimas palabras le salieron casi en susurro pues sus labios se juntaron a los míos tan precipitadamente que me ahogue en ellos. Mi corazón comenzó a palpitar demasiado rápido debido a la falta de aire, me tenía mareada. Trate de no perderme y tome el control de mi respiración, sonreí cuando lo vi logrado así que me atreví a juguetear con su lengua. Sonrió sin separarse cuando sintió mi movida dentro de su boca. Un calor penetrante comenzó a emerger de mi cuerpo excitado entonces metí mis manos por debajo de su playera para retirarla.

-¡Julie!- se exaltó. - Estas segura de que...


Dejo la pregunta en el aire. Retire mis manos de su espalda y me pareció gracioso porque no me pregunto eso aquella noche en Londres.


-Ahora tengo 23 y...-continuo.


-Y yo tengo 19. - lo mire-, creo que la pregunta es ¿si tú quieres?

No pude evitar sonrojarme ante esa interrogación. Nunca me imaginé formularla ni mucho menos pronunciarla. Niall sonrió. No supe si fue por el color de mis mejillas o por la pregunta, pero en un pestañear sus labios atacaron salvajemente los míos.

-Tomare eso como un sí.- reí. Apague la luz de la habitación dejando prendida una pequeña lámpara sobre mi escritorio.

El beso aumentó mi deseo y volví a escabullir mis manos por debajo de su playera, me di a la tarea de acariciar su espalda; recorriendo libremente cada parte de ella hasta que tome la prenda para retirarla pero debido a mi corto tamaño no alcance a quitarla completamente sin la ayuda de Niall, causando una risa sexy y divertida de su parte. Desgraciadamente el tiempo para admirarlo me fue poco, pues su boca se unió con la mía antes de que pudiera. La presión que aplicaban sus labios me devolvieron ese calor tan abrumador sobre mi cuerpo y como si no fuera suficiente, él me envolvía en otra energía más calurosa.


Sin darme cuenta, ambos yacíamos sobre la cama, apoyando mi cuerpo sobre las piernas de Niall así que mi feminidad estaba casi rozando con la de él. Y me excite más cuando sus besos bajaron hasta mi pecho por lo que tuve que aferrar mis manos a su cabello, no podía más, estaba hirviendo en fuego vivo. Sentí sus manos encontrarse con la piel de mi espalda y un pequeño cosquilleo me recorrió la parte baja, tome mi playera para retirarla de una vez y la lance hacia la oscuridad de la habitación. Note que sus ojos me observaban detenidamente cuando regrese la mirada.

-¿Me puedes ver?- quise saber.

Mi deseada realidad  N.HDonde viven las historias. Descúbrelo ahora