Punto de vista de Frank:
Después de aquello, volví a mi vida normal, el número de pacientes en mi clínica no paraba de aumentar y con ello, tenía cada vez menos tiempo para mí mismo; había olvidado gradualmente mi encuentro con el joven chino-canadiense igual que olvidaba a todos mis demás pacientes. Sólo de vez en cuando, cuando leía el periódico y veía los artículos y la especulación sobre este caso, me acordaba de que había tenido un contacto muy cercano con el principal implicado.
La verdad es que no estaba ni un poco preocupado sobre su situación, y eso no se debía ni mucho menos a que tuviera confianza en Konrad. Por lo que sabía, cuando una persona se encuentra en un entorno tan hostil, que supone una amenaza tangible para su vida, todos sus actos pueden ser clasificados como «en legítima defensa».
Tal vez una persona como yo, que no sabía mucho de leyes, podría estar sentada en el jurado, votando por su inocencia. Sin embargo, me sentía inquieto por las palabras de Mike; si me había mentido otra vez, no volvería a ayudarle.
—Tengo tiempo, para el juicio, quiero decir —le dije a David por teléfono.
—¿Ah sí? Parece que has pospuesto todas las citas con tus pacientes para el mes que viene, ¿no? Sí que te has interesado en el chaval, se ha convertido en tu paciente VIP —dijo David con una sonrisa.
—Ya te he dicho que no me van los chicos monos. Qué irónico, soy alguien a quién tú has contratado y sin embargo estoy deseando que pierdas el caso.
—Siempre juzgas por las apariencias —dijo David con la voz hosca—, en el futuro sólo te daré casos de criminales feos.
—Por favor, eso no, sólo conseguirás que deje mi trabajo. En fin, nos vemos la semana que viene, manda un saludo de mi parte.
—¿Te refieres a que salude a Mike, o al chico? —dijo riéndose.
—Adivínalo —colgué el teléfono.
El jueves, el cielo estaba gris, y acostumbrado como estaba a decidir mi humor de acuerdo al tiempo, sentí un escalofrío de miedo. Al acercarme con el coche a los juzgados, vi un gran grupo de reporteros, muchos de los cuales tenían rasgos asiáticos.
Salí del coche tras aparcar y los periodistas empezaron a grabarme, probablemente por el traje que llevaba y por la chapa de «acceso libre» que llevaba en la solapa. Una asiática que no entendía inglés extendió el micro hacia mí, y me preguntó si era abogado o investigador.
Sacudí la mano, con la intención de acabar con esto lo antes posible, y entonces oí una voz que decía:
—¡Esa es la familia del fallecido…! —y entonces la muchedumbre se aglomeró hacia un punto detrás de mí, me volví instintivamente par ver a un hombre de mediana edad intentando proteger a otra mujer, también de mediana edad, de las preguntas de los periodistas. Además de la situación incómoda en la que se encontraban, probablemente tampoco entendían lo que les estaban preguntando.
Suspiré y me abrí paso para protegerlos a ambos.
—¿Podéis dejarles pasar, por favor? —dije a los periodistas, y los conduje por las escaleras hacia la entrada, la mayor parte de los medios seguía fuera, gritando sus preguntas.
—Gracias —dijo la mujer, con la cabeza gacha.
—¿Coreano? ¿Chino? —les pregunté en un inglés simple, esperando que me entendieran. La mujer miró a su marido.
—Chinos —dijo el hombre en mandarín.
—¿Ah sí? Yo también —sonreí cuando el alivio se reflejó en sus rostros. La mujer me cogió la mano y dijo—: Cuando llegamos no entendíamos nada, los encargados de recepción parecían muy ocupados, estábamos preocupados por si no encontrábamos el camino para llegar aquí hoy.
—Bueno, ya han llegado, así que todo está bien, ¿no? —Los llevé hasta la sala de espera, aún no había mucha gente, me acerqué a la máquina de café de la esquina para poner dos cafés con leche y azúcar.
—Sólo hay café, espero que no les importe —dije.
—Gracias, gracias… —se pusieron de pie rápidamente para cogerlo, aunque no parecían muy interesados en bebérselo—. ¿Usted también es del departamento de policía? —preguntó el hombre.
—Oh, no —dije riéndome—, soy médico.
—¿Médico…? —parecían sorprendidos—, ¿Los médicos también tienen que estar presentes en el juicio…? ¿Médico forense? —de repente se pusieron tensos.
Me apresuré a calmarlos.
—No, no, sólo soy psiquiatra, estuve interrogando al sospechoso.
Su expresión cambió ligeramente cuando oyeron la palabra «sospechoso».
—Si no les parece demasiado intrusivo por mi parte… —medité sobre qué palabras utilizar, y pregunté prudentemente—: ustedes son los padres de…
La mujer de mediana edad miró a su marido y dijo:
—No estoy muy segura de si lo conoce, pero mi hijo se llama Zhang Yixing.
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48 Horas (EXO)
Fanfiction«Después de 48 horas, sólo un chico seguirá vivo en esta casa» Autora 辛辛息息 TEXTO ORIGINAL: http://tieba.baidu.com/p/1820645117?pn=0& TRADUCCIÓN A ESPAÑOL: kimjoonmyeon http://kimjoonmyeon.livejournal.com/1593.html TRADUCCIÓN A INGLÉS: lukais http:...