Carta 3

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No lo puedo creer.

Hoy se cumple diez años desde la tragedia.

Y nueve años desde que te conocí.

Hoy es un día triste. La gente llega y muchos traen sus cartas con saludos para sus familiares.

No sólo tus padres murieron en el accidente.

Hoy una mujer se me acercó. Cuando me entregó la carta. Esta tenía algo peculiar.

Tenía un recuerdo de una madre con un niño abrazados. Le pregunté a la señora que significaba. Y me dijo:

Que el amor de una madre jamás se acaba. Aunque deje de ser madre.

No había entendido muy bien lo que me dijo hasta que leí la tapa de la carta.

Querido hijo:

Y ahí supe que ella era la madre... Que dejó de ser madre.

También recibí una carta de un amigo tuyo. Cuando me vio no me reconoció.

No me acuerdo muy bien su nombre. Vino y te mando una carta. Él siempre estuvo con nosotros.

¿Te acuerdas?

Éramos el mejor grupo de mejores amigos.

Ni siquiera amigos. Nos habíamos vuelto familia.

Ahora que ya no estamos... Tiene una nueva vida. Quizás no estemos en ella. Pero jamás nos olvidó. Leí la carta que te mando. Y ahí menciona nuestros buenos momentos.

Ahora... Él tiene una mejor vida. Tiene una familia. Tiene trabajo. Tiene hijos. Pero aun nos considera una familia.

Ese si es un buen amigo. Ese que jamás te olvida.

Deposite la carta en el cofre de recuerdos. Mis cartas no llegarían hasta cambiar de lugar con alguien. Pero ese era el problema. Jamás le daría está horrenda vida a nadie. Por eso creo que jamás nadie las recibirá.


Cartas a los MuertosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora