Sangre y diamantes: El primer brujo

8: La prueba de la abuela Bloodie

Edwalls - Ninnock 1980

          ¿Cómo se supone que debía sentirme?, tenía ese sentimiento, de que todos esperaban algo de mí, siempre he tenido algún tipo de presión en mi vida, siendo el primer brujo de la historia y siendo la opción segura de todos para el brujo de la familia, incluso de mis oponentes, es decir, Martha y Chloe. Esta vez era diferente, todos esperaban que yo olvidara de un día a otro a Harry y que nuestros días fueran perfectos, algo muy diferente a lo que en realidad pasaba. Puedes actuar como si todo estuviese normal, todos pueden reír a tu alrededor, pero cuando sientes que tu mundo se está acabando, que tu esencia es cada vez más escasa, te vuelves tan miserable que es imposible ignorar las grietas que se crean en tu espíritu.

          Desde que los poderes de Chloe comenzaron a manifestarse cuando ella tenía nueve años, un poco antes de lo esperado, ella, Martha y yo comenzamos a ser sometidos a pequeñas pruebas, mi abuela Hebola era quien las planificaba, así mismo había sido con la generación previa a la de nosotros tres. Las pruebas se hacían con el objetivo de poner en práctica todo lo que nos enseñaban en cuanto a magia, nos preparaban para situaciones peligrosas o para luchar en torneos, específicamente esas pruebas eran una introducción a lo que sería en torneo familiar en el que nos enfrentaríamos en años posteriores. Existían otros tipos de torneos en los que se podía ganar más magia, nuestra familia nunca se había interesado en participar en ellos. Los torneos familiares siempre habían existido entre las brujas, eran obligatorios.

          Con el tiempo las pruebas fueron tomando reglas que no existían al principio, fueron volviéndose más difíciles. En nuestro caso no podíamos hacer pruebas durante la noche ni pruebas que estuvieran involucradas con los espíritus. Todos debíamos estar en igualdad de condiciones, era imposible que Martha y yo tuviéramos alguna oportunidad de ganar al enfrentarnos contra Chloe en un cementerio o en una prueba que requiriese la ayuda de los espíritus. No hacíamos pruebas de noche porque Martha podía volver nuestra sangre más espesa, podía dejarnos inmóviles o estrangularnos, era una ventaja demasiado grande. Yo nunca tuve ventajas por encima de las chicas, nadie nunca creyó que yo usaría mis manos para alguna cosa, sabían que odiaba usar el poder de mis manos.

          El día estaba como es usual en Edwalls, húmedo y lluvioso, esa es la mejor etapa del año, cuando los días son lluviosos y las noches congelan hasta el corazón más vivo. El clima de Edwalls era toda una locura, el lado de los vampiros era frío todos los días y las noches, el lado de las brujas era un poco más cálido, aun así normalmente los días eran lluviosos con un poco de sol. Estábamos a mitad del bosque, todos, incluyendo a Gael y Priscila, mi abuela nos quería hacer una prueba, a veces pienso que mi abuela busca el momento perfecto para arruinar mi existencia con sus "pruebas de paso", prácticas para convertirnos en mejores brujos, según mi abuela las prácticas son fundamentales para tener un mejor desempeño cuando sea tiempo de escoger al brujo de la familia, y para competencias futuras de brujas, siempre nos recordaba que no era necesario apuntarnos a esas competencias, eran solo para codiciosos que necesitaban tener el mayor poder siempre.

          — Espero que estén listos para esta prueba de paso, si no lo están, no me importa, para algo los he entrenado desde que los creamos. — El tono de mi abuela siempre era regio, me encantaría ser como ella en un futuro, fuerte y seguro de mí mismo, algunas veces eso solo sonaba como una fantasía.

          Volteé a ver a todos los espectadores de la prueba, Gael estaba sentado en el piso sin dejar de mirarme, con Priscila a su lado, mis familiares estaban la mayoría sobre ramas de árboles o de pie, con su espalda contra los troncos de árboles. Era un poco intimidante, a pesar de que había hecho un montón de pruebas frente a mi familia a lo largo de mi vida, nunca dejaba de ser intimidante mostrar mis habilidades a brujas tan especialmente fuertes y genuinas.