C U A T R O

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"Siempre, al nacer la aurora, vengo a preguntarme la misma cuestión. ¿Cómo llegué a esto, cuándo dejé de ser alguien, para convertirme en la sombra que ahora aqui veis?"

Dentro de mi todo encaja. Quizás no fue mi culpa, pero sí fui la consecuencia.

Cuándo me doy cuenta estoy un paso detrás de Alex. Justo entonces se gira y me mira. Antes de reaccionar ya la estoy abrazando, y sus mirada gris es lo último que veo de la realidad.

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Estoy en mi moto corriendo por la ciudad, siento alguien agarrado con fuerza de mi abdomen, supongo que es Alex. No sé a que velocidad voy, pero juraría que vamos a más de la permitida en esta zona. Veo los coches pasar lento a mi lado y algunas personas se giran asustadas, pero no puedo disminuir la velocidad. No tengo el control sobre mi cuerpo. Me doy cuenta de que llevo el casco blanco, así que el negro lo tiene Alex, sí, nos veo en el retrovisor.

Ahora estamos yendo por calles dónde no hay nadie a estas horas de la noche, supongo que deben ser las 2 o 3 de la madrugada y, ademas esta es una zona alejada ya, nos dirigimos a la costa sud, dónde nunca hay nadie por la noche.  En unos diez minutos llegamos y nos bajamos de la moto para sentarnos en los bancos del mirador. El cielo está despejado y se ven muchas estrellas. La luna nos ilumina, estamos los dos sentados sin hablar, observando la luna llena. Parecemos pareja, cogidos de la mano a la luz de la luna en un mirador hacia el mar, solos, pero no. Solo lo parecemos.

De repente, unos chicos de el instituto se acercan. Se ve que estaban abajo, en la playa y han escuchado la moto. Normalmente no me hablan, aunque a Alex sí, ella es amiga de todo el mundo. A mi las veces que me hablan es por insultarme o pegarme, pero hace un poco más de un año que ellos me evitan. Sé que alguien de su grupo les dijo que me dejaran en paz, pero al decirselo a Alex me dijo que ella no había dicho nada. Sigo sin saber quién fue.
-Hola Layken, ¿cómo va todo? -preguntó. Podía notar sus ganas de meterse conmigo desde lejos.
-Muy bien hasta hace dos minutos. contesté con rencor.

Pensé que iba a contestarme con alguna vacilada o insulto directamente, pero de repente me coge del cuello de mi camisa y me levanta. No es que yo sea muy pequeño de estatura, pero es que el maldito Ben (el chico que me agarra) mide metro noventa y es más armario que persona.. Me sostiene unos segundos en el aire, con mis pies a medio metro del suelo, y con un rápido movimiento gira sobre si mismo y me estampa contra el suelo. Adolorido entre él y Ryan, otro matón de su grupo, intento levantarme, o al menos, ponerme de espalda al suelo para poder prevenir algún golpe, pero soy demasiado lento y justo cuándo estoy de lado, me empieza a dar patadas en el estomago.

Intento llamar a Alex, para que me ayude, cabreado por saber que ella puede hacer algo y no hace nada, pero entre golpes consigo ver la valla del mirador, dónde están ahora Ryan y Alex, hablando. Primero creí que él no le dejaba venir, pero se ve que nadie esta forzando a nadie. Estoy observando la escena cuándo dejo de sentir los golpes. Ben sigue dándome patadas, le veo, pero mi cuerpo ya no lo siente. Me pongo completamente boca arriba, para abandonar esa postura incomoda, pensando que será mejor, pero lo último que veo es el pie de Ben dirigiéndose a mi cara.

¿Invisible?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora