ONE SHOOTS (old Magcon)

Shawn mendes - luchando por el

Narra Annie

Sabía que este día llegaría, pero aún no estaba preparada, aún no estaba lista para dejar atrás a todos los que amaba, sería duro. Pero aún más duro sería decirle adiós a él. Pero debía hacerlo, debía decirle ya de una vez que debía irme, que mi tiempo acababa, que está enfermada contra la cual luchaba me había ganado, que mi cuerpo ya no aguanta, que ya no quiero sufrir. Aunque me cueste, aunque me cueste como los mil demonios, debo hacerlo.

- Annie? Estás bien bebe?- preguntó el al otro lado de la camilla mirándome con esos increíbles ojos cafés, mostrando en ellos una mirada preocupada. Negué con la cabeza.

Debía hacerlo. Mire hacia el frente de la habitación del hospital en la que estaba hace ya más de 3 meses, en ella había un espejo, un gran espejo con bordes plateados el cual mostraba el reflejo de una chica vencida, pálida, con grandes bolsas oscuras bajo sus ojos verdes con pequeñas puntillas naranjas, y sus pómulos más marcados de lo normal debido a que no engordaba por la maldita enfermedad que andaba dentro de ella, derribándola.

- no shawnie, no lo estoy- conteste cuando mis ojos comenzaron a nublarse con aquellas pequeñas gotas llamadas lágrimas.

-que sucede? - preguntó mientras se acercaba aún más y entrelazaba nuestras manos.

-no puedo hacerlo Shawn- la primera lágrima comenzó a deslizarse sobre mi pálida  piel.

- a que te refieres con que no puedes hacerlo? - preguntó

-no puedo seguir así Shawn, no puedo seguir haciendo como si todo esto no me afectase, poniendo una sonrisa falsa cada vez que un familiar o amigo entra por aquella puerta preguntándome cómo me siento, y yo contestándoles que me siento como nueva cuando en verdad ya no aguanto estando así. Mis pulmones duelen, duelen como nunca, sin dejarme respirar normalmente. Es como si alguien estuviese atándolos con una gruesa soga y estuviese apretando el nudo hasta el punto que apenas una pequeña pizca de aire pase por ellos. Lo siento tanto shawnie, pero no puedo seguir así. - al terminar de hablar me di cuenta de que mis mejillas ya estaban bañadas en lágrimas y que apenas podía hablar debido al gran nudo en mi garganta, mientras sus ojos color avellana habían dejado de tener ese pequeño brillo de esperanza.

- Lo entiendo Annie, sé que estás sufriendo, sé que no estás pasando por un buen momento y entenderé que si después de lo que te diga seguirás teniendo la idea de que ya quieres terminar con todo esto e irte a quien sabe dónde. Pero solo te pido que me escuches, que consideres la idea de que yo estoy aquí para ti, de que tu familia y amigos están aquí para ti. Sé que quieres parecer fuerte, que quieres aparentar que todo está bien, pero no tienes que hacerlo, nosotros entenderemos . Sabes porque? Porque te amamos Annie, yo te amo, y quiero que sepas que pase lo que pase estaré aquí para ti. Porque yo me enamore de ti completa, no de tu belleza o de tu carisma en especial, me enamore de todo eso, pero junto.  amo tus ojos, tu sonrisa, como frunces el ceño y arrugas tu nariz cuando hueles algún aroma feo, o cuando comienzas a hacer sonidos de cerditos entre medio de tus carcajadas  cuando algo te da demasiada risa. No creo encontrar a una persona tan imperfectamente perfecta como tú Annie, así que por favor no me dejes, no podré sin ti.- ambos estábamos derramando lágrimas como pequeñas cascadas.

No podía dejarlo, pero tampoco podía con este dolor. No sabía qué hacer, pero al mirarlo y ver cómo mordía su labio fuertemente para evitar seguir llorando no pude evitarlo y esboce una pequeña sonrisa y asentí.
No me iría, no podía dejarlo aquí solo, no después de todo lo que pasamos juntos, de aquellos momentos de risas y bromas junto al lago de mi casa de campo. Seguiría luchando, pero no por mi, sino por el.