iii. San (三)

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Keiko que había estado con la mirada al frente todo el tiempo, ladeó su cabeza a la derecha. Confirmó sus sospechas cuando notó que el muchacho usaba una bandana que tenía el símbolo de la aldea de Konoha. Sin embargo también le pareció bastante atractivo y sintió que sus mejillas se teñían de un ligero color carmesí.

¡Maldita sea Keiko, contrólate! Se reprochó a si misma, respiró hondo tratando de calmar sus nervios.

—Neji, Gai sensei y Lee nos esperan, —dijo la misma chica de los moños que pasó corriendo antes.

—Sí Ten ten, ahora voy. —Respondió el chico.

De pronto el encanto de Keiko por el muchacho se rompió, cuando Ten ten lo tomó de la mano y se lo llevó, mientras lo jalaba y corría en la misma dirección de antes.

Keiko bajó la mirada al piso, y en efecto su paleta se había derretido por completo. Dejando como evidencia un líquido brillante y pegajoso sobre el suelo. Además había sido salvada de un interrogatorio por la campana, o mejor dicho una chica con un par de moños en la cabeza era su salvadora. Aunque ella detestara admitirlo.

Sacó su cuaderno de anotaciones, que era de la medida adecuada para ser considerado práctico y agregó dos nombres más. Neji y Ten ten, luego de seguir a esos dos se encargaría de descubrir quienes eran Gai y Lee.

—Como el equipo Yamato está en una misión, entonces iré tras ese par. —Dijo Keiko mientras corría en la misma dirección por donde desaparecieron Neji y Ten ten, pero minutos más después de empezar con su carrera sintió un impacto muy fuerte al frente y terminó en el suelo.

—¿Qué es esto? ¿El día de agarrar a Keiko como piñata? —Le preguntó al aire, primero recibía un empujón que provocaba que perdiera su helado y ahora se desplomaba al suelo, debido a otro empujón.

—Konohamaru, ¿estás bien? —Preguntó una niña con el cabello naranja, a otro que estaba en la misma posición que Keiko. Con el trasero pegado al suelo.

—¡Tú! —Keiko señaló a Konohamaru con un dedo acusador—. ¡Enano! ¿Por qué diablos no te fijas por dónde corres? —Gritó exasperada.

—¡Fuiste tú quien tropezó conmigo! —Se defendió el niño de cabellera castaña.

—¡Cierra la boca! —Vociferó Keiko mientras se paraba se paraba y se quitaba la tierra de la ropa. También su cuaderno de anotaciones había terminado en el suelo, sin embargo ella no notó eso.

—¿Qué es eso? —Preguntó otro niño, con gafas, señalando el cuaderno. Él también usaba la bandana de shinobi de Konoha.

Cuando Keiko se percató que su cuaderno yacía en el suelo, a la vista de todos, lo levantó lo más rápido que pudo y se dispuso a correr de nuevo. Esta vez más rápido, porque tenía a tres perseguidores detrás de ella.

—¡No dejen que escape! —Le ordenó Konohamaru a sus compañeros de equipo.

La regla Número uno sobre espionaje sigiloso acaba d ser quebrantada, pensó Keiko mientras en su mente resonaban con mucha claridad las palabras de su hermana.

"En absoluto no debes llamar la atención, no hables con nadie y mantente oculta, siempre. Necesitamos toda la información que puedas recolectar durante esos meses."

Keiko agradecía internamente que sus perseguidores solo fueran genin, sería más sencillo para ella escapar de su alcance. Enviando chakra a sus pies aumentó la velocidad, con cada zancada que daba se acercaba más hacia el lugar en el bosque, donde tenía su refugio.

—¡Rápido! ¡Está alejándose! —Dijo la niña de cabello naranja, al notar que Keiko iba alejándose más y más.

—¡Kage Bunshin no Jutsu! —Gritó Konohamaru después de pronunciar esas palabras y hacer algunos sellos con sus manos, se generaron cuatro clones.

Los clones comenzaron a correr en diferentes direcciones. Finalmente lograron sobrepasar a Keiko y la rodearon.

Keiko se sorprendió al ver los clones, sin embargo no detuvo su paso. Imaginando que aquellas figuras eran solo ilusiones, al acercarse a uno de ellos hizo un puño que iba directo hacia el rostro de un clon. Pero no se desvaneció cuando hizo contacto con él, de hecho lo que más la impresionó fue que el clon bloqueara su ataque y que los otros lanzaran shuriken en su dirección.

Con mucho esfuerzo, Keiko esquivó dos de tres shurikens. El tercero rozó su brazo izquierdo, cortándola.

—¡Rayos! —Maldijo Keiko cuando sintió a la shuriken desgarrar su piel.

Keiko se quedó de pie, rodeada por los clones. Mientras el resto del equipo llegaba.

Un delgado hilo de sangre descendía por el brazo de Keiko. Ella solo hizo una mueca—. Niños idiotas, —susurró malhumaroda.

—¿Quién eres? —Preguntó el niño de cabello castaño, mirando con sospecha a Keiko. Al igual que sus compañeros, nunca la había visto por aquí.

—Una persona, —respondió ella, con ironía—. Específicamente una adolescente.

Konohamaru frunció el ceño—, ¡no creas que por ser menores, somos estúpidos! —Reclamó, señalándola.

Keiko se limitó a mostrar una cara despreocupada y eso fue lo que más irritó a Konohamaru. Estuvo a punto de abalanzarse sobre ella, pero un par de brazos lo detuvieron.

—¡Así que estaban aquí! —Dijo un hombre alto, con un par de gafas oscuras, un enterizo azul y una banda con el símbolo de Konoha.

—Ebisu sensei. —Exclamaron los dos compañeros de Konohamaru, mientras él seguía luchando por zafarse del agarre de su sensei.

—¿Dónde se metieron? Les dije que me esperaran, debemos ir a la oficina de Hokage-sama. —Ebisu regañó a sus estudiantes.

—Estábamos cazando a un espía, —contestó Konohamaru. Pero Keiko aprovecó es distracción para desaparecer.


Jejeje a Keiko le gustó Neji 😏😏😏😏 

Por poco y Konohamaru la descubre XD ¿qué pasará?

No pudo comer su helado 😢

Dedicado a: NoemiAlonzo, por ser la segunda personita en votar el capítulo anterior *w*

Silhouette | Neji, NarutoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora