vi. Roku (六)

62 8 4
                                    

—¿Por qué trajiste a esta chica Gai? Tengo mucho trabajo, —bostezó Tsunade, molesta.

Su escritorio se encontraba repleto de pilas de papeles y expedientes que debía revisar. Mientras que en el piso, en la parte izquierda de la oficina, uno a uno los rollos de misiones pendientes iban formando una montaña.

—Disculpe Hokage-sama, pero sabe que no la molestaría si este asunto no se tratara de una emergencia. —Gai se justificó, juntando las manos.

—¿De qué se trata? —preguntó Tsunade, porque sabía lo insistente que se pondría Gai si lo hacía esperar.

—Mi equipo y yo encontramos a una forastera. —replicó Gai—. Es ella —dijo cuando Neji, Tenten y Lee hicieron un espacio entre ellos para que pasara Keiko.

—¿Forastera? —esa palabra fue la que más llamó la atención de Tsunade.

—Sí, la encontramos espiándonos mientras entrenábamos en el bosque —agregó Lee.

—Ustedes me debían un helado, par de cabezas de coco —reprochó Keiko a ambos.

Tsunade frunció el ceño tanto como lo permitía su rostro. Para resumir, estaba completamente furiosa. Cuando Tsunade se enfurecía, todos lo que estaban cerca de ella corrían peligro, su personalidad era bastante explosiva a veces, sin embargo en este caso solo Gai recibiría uno de sus famosos puñetazos en la cara.

Tsunade se levantó de su silla y caminó en dirección a Gai, cuando lo alcanzó, lo sujetó y comenzó a zarandearlo con violencia.

—¡Interrumpes mi trabajo solo porque le debes un helado a una adolescente! —gritó en su rostro.

Gai parecía un muñeco de trapo, todo estaban en silencio observando la escena, pero el más afligido era lee. Le preocupaba el daño que pudiera causarle Tsunade a su querido sensei.

Keiko nunca había visto algo parecido antes y no pudo evitar soltar una carcajada. Era nuevo para ella ver a dos personas adultas comportarse así, sus hermanos siempre habían sido serios y sabían comportarse acorde a su edad.

Keiko respiró hondo y se dirigió a Tsunade, haciendo una ligera reverencia—. Hokage ¿sama? —carraspeó—. Mi nombre es Keiko.

Ahora todos tenían los ojos fijos en ella. Tsunade soltó a Gai y se sentó de nuevo detrás de su escritorio, recuperando la compostura.

—¿De dónde vienes? —inquirió Tsunade con una ceja arqueada.

—De Amegakure —respondió, sin titubear.

—Vaya... —Tsunade puso un dedo en su barbilla—. No luces como uno de ellos, —dijo después de evaluar la vestimenta de Keiko—. Incluso pareces ser de Konoha antes de ser de Amegakure —concluyó.

Keiko solo se encogió de hombros, insegura respecto a su respuesta. No era para menos, estaba hablando con el shinobi más poderoso de toda la aldea y sinceramente, eso la intimidaba.

—¿Por qué estás en Konoha? ¿Hanzo te envió? —preguntó Tsunade un poco irritada al pronunciar ese nombre.

¿Hanzo? ¿Quién rayos es Hanzo? Meditó Keiko, tratando de recordar la información que estudió antes de salir de su aldea.

Sanshôuo Hanzô, ante las demás aldeas continúa siendo el líder de Amegakure le dijo Konan a Keiko.

Keiko anotó lo que su hermana dijo, subrayando esa línea para resalta su importancia. No hizo preguntas porque no había mucho tiempo y pronto tendría que partir.

—No, no , no. —Negó de inmediato, tratando de sonar lo más segura que podía.

Tsunade frunció el ceño, colocando una mano en su mandíbula. Estaba bastante claro que había algo raro en todo esto, sin embargo era solo una adolescente. Quizá se trataba de la misma adolescente de la que hablaba Konohamaru, incluso le pidió que se la asignara la misión a su equipo de capturar a la forastera.

La situación era un tanto extraña, así que tendría que hacerle un serio interrogatorio a la chica.

—Gai, puedes retirarte con el resto de tu equipo. Tengo que hablar a solas con ella —dijo Tsunade con un tono serio.

Gai asintió y su equipo lo siguió. El último en salir fue Neji, que antes de cerrar la puerta observó de reojo a Keiko.

Una vez solas, Keiko se obligó a permanecer serena. Tenía que hacerlo, por el bien de Akatsuki,

—¿Hace cuánto llegaste a la aldea? —preguntó Tsunade, apoyando sus codos encima de su escritorio y juntando sus manos.

Keiko pensó, levantó una mano y contó sus dedos—. Hace un par de días, —respondió, sin ser capaz de decir una cantidad exacta.

—¿Qué es lo que buscas en Konoha?

—Mis hermanos son artistas y me pidieron que tomara fotografías de diferentes paisajes, —replicó Keiko, sin vacilar.

—¿Y tus padres? —preguntó Tsunade.

—Fallecieron —expresó Keiko, sintiendo un hueco en el estómago. Nunca le había gustado hablar de ese tema, porque no sabía nada.

—Bueno, parece que no eres espía. —Keiko respiró aliviada—, pero no entiendo como cruzaste la barrera, sin que el equipo de detección se percatara de tu presencia. 

O.O espero que no descubran a Keiko, pero es verdad en especial los shinobis de la caseta que está al ingreso de la aldea. Casi nunca están 😂😂😂😂😂

Todo por recuperar su helado XD hay Keiko estás loquilla.

¡ARIGATO POR LEER! ❤️❤️❤️❤️❤️ 

PD: ¿Tienen algún comentario/duda/sugerencia? 

Silhouette | Neji, NarutoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora