Hey there, Derek. [Sterek]

Capítulo nueve.

Hola Derek,
sé bueno y no me eches de menos,
dos años más y habrás terminado con la facultad,
y yo estaré haciendo historia con lo que hago.

—Te escucho raro —susurro con tristeza a través del celular.

   ¿Él era Derek?

  —¿Raro? —río sin ganas, ¿nervioso?

  Rasco mi nuca, señal de que  yo también me encuentro nervioso, pero... ¿De qué?

¿A la infidelidad?, ¿a la mentira?   

—Yo... Ya sabes, estás como cortante pero a la vez sumamente expresivo —digo, sin estar seguro de que me haya entendido, pues ni yo lo hice—. Te oyes un poco ¿disgustado, tal vez?

  Unos segundos de silencio invaden la llamada, trago saliva.

—¿Eso es una acusación?

— ¡No, por supuesto que no! —hablo apresuradamente—. Solo me preocupo por ti, si hay algo que te agobia, sabes que estoy aquí para ti, ¿no?

   Él suspira.

—Solo estoy cansado, nos han estado mandando  muchos trabajos —suspira—. Me encantaría poder alejarme de todo este rollo por un rato y estar contigo.

  Juego con las agujetas de mis zapatillas, esas palabras dolían.

  —También te extraño —musito—. Ya tengo tres canciones y casi termino la cuarta. Estoy muy emocionado por lo que sea que vaya a salir de esto, aún más cuando es un posible camino hacia ti haciendo lo que me gusta.

   Él balbucea unas cosas que no puedo entender y luego habla.

—Funcione o no, yo te seguiré apoyando tal como tu lo haces, además, dos años pasan rápido, ¿verdad?

  ¿A él se le pasaban rápido? 

—Supongo que si —hago una mueca—. Aún así, te prometo dar lo mejor de mí, sé que puedo hacerlo.

  El ríe.

Escucho como una puerta se abre del otro lado de la línea.

—Debo irme Stiles, cuidate.

—Tú igual, te amo.

  Y cuelga. 

Suspiro y me siento en el piso.

—¿Por qué te comportas así, Derek? —inquiero para mi mismo viendo en la pantalla de mi celular el número de Derek.