«No Querias Lastimarme»

«3»

Pasarón como cuatro días en los que no me he cruzado con Abel. Sinceramente una parte de mi quería encontrarmelo pero el destino no quiso eso.
Es Sábado y no puedo estar mas aburrida, estoy pensando en considerar bien esa idea mia de no tener amigas. Mi madre viaja a Londres hoy y yo me quedare sola. Creo que ire a la casa de mi tia, la pobre vive sola, y yo estoy sola, asi que ¡VIVA LA SOLEDAD! Sueno patetica lo sé.
- Hija, Te comportas bien y no haces ninguna locura ¿Si? No te duermas tarde. Volvere el martes por la tarde, llamame todos los dias ¡Sin falta, Trinidad! - Los sermones de mi madre me estresan hasta el punto en el que quiero apuñalarla.
- Que sí mamá, ve tranquila, te llamare todos los dias antes de acostarme, lo juro - le aseguro.
- Esta bien solo chau - Besa sonoramente mi mejilla y se encamina al taxi, me doy la vuelta para entrar a la casa. y su llamado me interrumpe ¿Es qué acaso no puede simplemente irse?
- ¡Trinidad! ¡Nada de chicos, eh! No quiero ser abuela tan temprano- ¿Pero que le pasa? Dios mio, me exaspera..
- Adios mamá...
Me meto en la casa antes de que quiera largar otro sermón...
Pasó todo el dia, escuchando musica, leyendo en wattpad, cocinando...
Me duche y me vestí con unos leggins negros y una remera rosa palido con vuelitos.
Le saque dinero a mi madre para ir a comprar una hamburguesa con papas y helado, eso era suficiente para disfrutar de mi triste soledad.
Me dirijo a la pizzeria, una vez que compro todo lo que necesito, salgo de esta. En las calles no transita nadie, estoy cansada de estar encerrada en mi casa, por lo que decido ir a disfrutar de mi triste soledad en una plaza que hay cerca. Atraviezo las oscuras calles, hasta llegar a la plaza, localizo un arbol apartado y alli me siento a comer lo que compre, tranquila y sin apuros. Nunca me dio miedo andar sola, ni las calles oscuras. Una vez sali de casa en la madrugada solo por que no me daba sueño, diambule por el pueblo y me tope con decenas de borrachos y drogados que decian cosas desubicadas, sin embargo no se me movio ni un pelo.
Voy por la mitad de mi hamburgesa cuando escucho gritos a un lado de la plaza, uso el gran arbol como escudo y asomo medio ojo para ver que pasa. Dos chicos estan en una pelea de gritos bastante acalorada. Se que reconozco a uno pero no se, ¿Quien sera? ¿Evan? No, no creo mi primo no es de pelear. Me asomo un poquito mas, y pierdo el equilibrio, caigo y me doy la cabeza con una raiz sobresaliente del maldito arbol.
- Ay! Mierda - me quejo llamando la atencion de los "peleadores" y ya se quien es, la cara de Abel es lo ultimo que veo antes de caer en la inconciencia...