"Capítulo Dos"

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-¿Podrías soltarme?- Preguntó por décima vez el castaño al pelinegro.

-No.- Contestó con ternura, abrazandolo y acariciando su cabeza como si fuera un perrito.

-Debo ir a clases, se me hace tarde.- Wirt miró a Beast con ojos de súplica.

-Pero me voy a quedar sólo..- Sollozó el pelinegro, haciendo un pequeño berrinche en las piernas del castaño.

-¿Puedes hacerte invisible o algo? Tengo una idea mejor... ¿Y si te devuelves a la Luna?- Apartó a Beast, caminó hasta el baño y se encerró, esperando que el mayor se fuera.

-E-esta bien...- Desganado, Beast se sentó en el marco de la ventana, mirando hacia fuera.

Wirt suspiró y abrió la puerta el baño.- Puedes volver a la noche si quieres.- Le dijo al pelinegro, a lo que este sonrió emocionadamente.

-¡Claro! Nos vemos a la noche, Wirt.- Beso la frente del castaño para saltar por la ventana y perderse en el cielo.

Wirt suspiró de nuevo, y se preparó para ir a la escuela. Ya arreglado comenzó a caminar, miró de reojo su reloj de muñeca. Separó la mirada y volvió a fijarse en su camino... Exaltado miró nuevamente su reloj. 6:45 de la mañana. Si no se apresuraba llegaría tarde a clases y nadie quería eso. Trotando llegó a la ciudad a las 7:10 y a la escuela a las 7:25.

Tocó la puerta, la profesora que le tocaba hacer clases le abrió, sin compasión le cerró la puerta en la cara y lo hizo ir a buscar un pase.

Wirt caminaba lentamente por los pasillos, a pesar de ser la primera vez que llegaba tarde a clase no lo dejaron pasar. Llegó a la impectoria y le mostró la libreta a un inspector que le puso un timbre y le ordenó ir a su clase.

-Gracias Luna.- Pensó sarcástico mirando a la Luna, se escuchó un susurró que sólo Wirt lo pudo entender.

-No hay de que. Cuando quieras.- Y la Luna guiño un "ojo". Wirt rodó los ojos y siguió su camino a su aula.

Las clases seguían normales como siempre, conversó con su hermanito, compartió con sus amigas, la Luna lo acosó todo el día e hizo sus deberes.

Ya eran las 6 de la tarde y acababa de salir de la escuela. Comenzó a caminar perdiéndose entre los alumnos, mira al cielo y es un hermoso atardecer, sin prestar atención sigue caminando hasta su pueblo. Ya la Luna había salido, y el castaño siente que alguien le toca el hombro, al girarse se da cuenta que es Beast con una sonrisa juguetona y con un muy buen ánimo.

-¿Qué es lo que te pasa ahora?- Preguntó sonriendo por la felicidad de Beast.

-¡Saldrás de vacaciones! ¡Estaremos todo el día juntos! ¿No es emocionante?- Abrazó a Wirt mientras besaba su cabeza.

-Si, yei.- Dijo sarcástico alargando la i.

-Oh ¡Que malo eres conmigo!- El ente hizo un puchero.- Pues, entonces me voy.- Y volvió a flotar hacia la Luna.

A Wirt no le importó y siguió caminando hacia su pueblo hasta llegar a su casa. Abrió la puerta y la cerró atrás de si, subiendo las escaleras hasta su cuarto y posicionandose en su ventana.

-Luna... ¿Estás ahí?- Silencio.- Luna, por favor.- Ningún cambio, Wirt bufó.

-Beast, por favor, aparece frente a mi.- Suplicó sonrojado, desviando un poco la mirada.

-Sabía que me llamarias tarde o temprano.- El pelinegro sonrió y corrió a abrazar a su pequeño castaño.

-Sólo quería preguntarte algo.- Desvío la mirada por segunda vez, con un pequeño puchero en sus labios y sus mejillas sonrojadas.

-¿Qué pasa, pequeñín?- Dijo el ente acariciando la cabeza del castaño, mirándolo con cariño y ternura.

-¿Tu no tienes familia? Digo, te la pasas aquí y ellos pueden preocuparse.- El pelinegro paro las caricias y miró un poco melancólico la Luna.

-Ellos no me desean. Prefiero estar aquí porque tu si me quieres.- Giró su rostro para mirar a los ojos a Wirt.- ¿Verdad?

Sin dudarlo el castaño habló.- Claro que si.-

-¿Tanto como yo te quiero a ti?-

-No lo sé, digo, ¿Cómo me quieres tu?- Preguntó Wirt riendo un poco.

-Mi amor por ti es algo inigualable, eres.. ¡eres como mi planeta tierra! Debo girar siempre cerca de ti o si no, no podré vivir bien.- Dijo Beast sonriendo, el castaño se sonrojo.

-Pues...s-supongo q-que yo-yo también t-te quiero a-así.- Dijo tartamudeando, realmente ese estúpido chico hacia que su corazón se exaltara.

-¡Eso es genial!- Abrazó de tal manera a Wirt, que los dos cayeron a la cama.

Beast contemplaba las facciones de su amado castaño y Wirt se preguntaba si todo eso era real.

-Te amo.- Soltó de repente acercándose demasiado a la cara de el castaño.

-¿Beast? ¿Qué haces?- Tenía miedo, si, a pesar de ser maduro, aún no estaba preparado para su primer beso.

El pelinegro no respondió y junto suavemente sus labios con los de su humano preferido. La calidez de los labios del castaño le encantó y lo insitó a probar más. Tratando de no ser tan brusco tocó los labios de Wirt con su lengua, quien los abrió dándole paso a su , sus lenguas danzaban y se entrelazaban tan suave y tranquilamente que era demasiado relajante para el castaño.

¿Quién tenía el control sobre ese beso? Se podría decir que Wirt, que tomaba de la nuca a Beast tratando de tener más contacto. El pelinegro al no haber dado nunca un beso y no conocer nada acerca de eso se dejaba llevar por lo que hacia el otro. Wirt tomó las mano de el ente y las posicionó en sus caderas y trasero.

-W-Wirt ¿Qué haces?- Preguntó mientras el chico seguía haciendo que Beast lo tocará y se siguieran besando.

El castaño al darse cuenta de lo que hacia abrió los ojos como platos.

-¡Lo siento! Yo no se porque lo hice.- Balbuceo el chico echo un manojo de nervios.

-No te preocupes.- Beast rió y acarició la cabeza del sonrojado Wirt.

El Chico De La Luna. ♡Beast X Wirt♡ [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora