p o é s i e ; vkook

3.

-Jeon Jungkook, es la cuarta vez que te digo que te despiertes. Si no lo haces, deberé tomar medidas drásticas -espetó severo Jimin-.

-Drástica mi madre -le dije medio dormido-. Además, ¿quién te dejó entrar?

-Tú, genio.

En ese mismo instante, tiró una cubeta llena de agua fría sobre mí, haciendo que me sobresaltara.

-Tu madre será drástica, pero yo lo soy más -sonrió satisfecho, pero luego se dió cuenta de lo raro que había sido su comentario, y entonces, solo se sonrojó para después ir a la sala de estar-.

Jimin me estaba cuidando la última semana. Yo realmente estaba decaído.

-Vístete, por favor -dijo dulcemente-. Debes ir.

Suspiré agotado, prefería dormir antes que básicamente existir.

Me levanté y comencé a vestirme lentamente.

-¿De veras debo ir? - asomé mi rostro por la puerta para que Jimin me viera, pues mi expresión era digna de piedad-.

-¡Sí, Jungkook! ¡debes y vas a ir! -contestó Jimin-.

Mierda.

-¿No puede ser otro día? -insistí-.

-Sigue soñando -contestó riendo-.

-Eso es lo que quiero.

-Jungkook. Ponte los zapatos, abrigate y vamos -abrió sus ojos y mantuvo una expresión seria algo intimidante-. Se nos hace tarde.

-Ya pareces mi mamá -contesté fastidiado-.

-No soy tu Tercera Madre por nada -dijo desordenado mi cabello, que ya de por sí se veía horrible-.

Íbamos camino al consultorio del doctor Kim (mi Segunda Madre), ya que Jimin estaba muy preocupado por mi salud (yo no. Si era por mí, me moriría en paz mientras tenía estreptococo).

Caminamos hasta su auto; llegamos al consultorio en poco menos de 15 minutos. Entramos y nos atendieron directamente, ya que teníamos una cita programada.

-¡Jungkook! -gritó ansioso el mayor de los tres al verme, dándome un abrazo en el proceso-. Cuánto tiempo, mi niño.

-Sí, hyun... -una pequeña sonrisa fue esbozada pir mi parte, pero desapareció rápidamente-.

La Segunda y la Tercera madre se saludaron entre ellas...bueno ellos...uhm...

-Ahora -dijo Jin poniéndose serio mientras se sentaba delante de su escritorio-. ¿Qué los trae por estos lares?

-Verás-dijo Jimin-, ya sabes que tu primo sale con el tal Hoseok -Jin asintió-, y sabes también que éste niño -dijo apuntandome- está enamorado de tu primo.

-Oh...quieres decir...-Jin volvió su mirada hacia mi-...Jungkook, no otra vez.

Les gusta recriminarme todo.

Yo no quería sufrir así.

Sólo quiero que Tae sea feliz.

Yo quiero ser feliz.

Nada de esto es justo.

Nada de esto es culpa de nadie.

Mucho menos mía.

Y muchísimo menos de Tae.

-...Perdón...-dije casi inaudiblemente, mi situación daba (nada más y nada menos) que pena-.

Jin suspiró exhausto mientras que Jimin acariciaba cariñosamente mi cabellera (parece tener una obsesión con ella).

-Veamos...Jungkook, ¿cuánto duermes al día?