p o é s i e ; vkook

4.

Yoongi me abrazó al verme; por su apariencia dirías que es super cariñoso, pero no lo es...sino hasta que entra en confianza.

-¿Cómo va todo? -preguntó el de tez pálida-.

-Bien, bien -contesté recibiendo una mirada recriminadora por parte de Jimin-...

-Jungkook no está bien-interrumpió Jimin-, y es por Tae.

Yoongi miró sorprendido a su novio, y luego me miró a mi, pero para entonces, sus ojos reflejaban pena y tristeza, no asombro.

-¿De nuevo, Jungkook?

-¡MIERDA! ¿ACASO HOY ES EL DÍA DE JUZGAR A JEON JUNGKOOK? -grité desesperado-. NO ES MI PUTA CULPA ESTAR ENAMORADO DE ALGUIEN QUE SÓLO ME VE COMO AMIGO

Yoongi frunció el ceño, mientras que Jimin se alejaba lentamente de la escena.

-Perdón hyun...pero...simplemente ésta situación me tiene harto. Taehyung no quiere mi pesar; no quiere que yo esté triste -comencé a lagrimear-. Pero yo no quiero que él me olvide; no quiero que él ame a alguien más como quiero que me ame a mí.

Mi cabeza era un puto lío.

Estaba triste, ansioso.

Quería ser feliz.

Pero una parte de mí me pedía que me aferrara a ese sentimiento de dolor.

-Mierda, Jungkook -dijo Yoongi después de unos segundos-. Mira, idiota. Sé que te sientes mal, pero no es tu naturaleza ser así.

Yoongi me abrazó, y como yo era más alto que él, presioné un poco mi rostro contra sus negros cabellos.

-Puedes superar esto.

-No.

-Sí.

-¡No! -lo empujé- ¡MIERDA, YOONGI! ¡NO PUEDO! YA LO HUBIERA HECHO SI FUERA CAPAZ.

Yoongi frunció su nariz, mientras veía como mis lágrimas de niño cobarde resbalaban por mis mejillas.

Jimin se aproximaba con un vaso de agua y una pastilla, la cual seguro era la que me recetó Jin.

-Toma -pidió Jimin con una expresión de indiferencia total, que luego se convirtió en una triste sonrisa y penosos ojos-.

-No las quiero -contesté, a lo que los dos me miraron raro-. Ugh...si ya estoy fuera de mis cabales, una puta pastilla antidepresiva no me ayudará....perdón Yoongi. No era mi intención faltarte el respeto.

-Está bien, Jungkook -sonrió satisfecho Yoongi-. Es horrible que te remarquen tus errores una y otra vez, por toda tu vida.

-Toma la pastilla -pidió Jimin, quien se sentó en el sofá-. Jungkook, por favor. Es por tu bien...

-Sí. Lo haré -contesté, para después casi atragantarme con la pastilla-.

-No tan rápido, campeón -dijo Yoongi dándome una palmada algo fuerte en la espalda-.

No es normal que las pastillas logren surgir efecto apenas lleguen al estómago, pero realmente sentí algo diferente...

Era como si...

-¿Uhm...? -miré extrañado a Jimin-...

Jimin me miró igual de extrañado, luego miró rápidamente a Yoongi y volvió a posar su mirada en mí.

-¿Sí, Jungkook?

-Disculpa...pero...¿qué hago aquí?

Era como si parte de mi memoria se hubiera desconectado o algo parecido; como si hubiera perdido parte de mis recuerdos.