Promesas

1.4K 82 18
                                    


Minutos después, Harry se fue con Luna a buscar la diadema de Rowena Ravenclaw. Siendo honesta me imagino a la pequeña tiara escondida debajo de un sillón en la sala común de las águilas y me hace gracia. Pero ese pequeño momento cómico no se compara al miedo que siento, y admito que separarme de mi hermano es una sensación horrible de pánico. Mi mente maquina a mil por hora pensamientos horribles, ¿Y si lo encuentran?, aunque tenga la capa de invisibilidad. ¿Y si Snape lo atrapa? El miedo se combina con la rabia y siento mis puños apretarse, maldito traidor. Observo a mi alrededor mientras todos hablan, incluso Ron y Hermione se han ido dejándome sin saber que hacer. Me hago un ovillo en un rincón y abrazo mis piernas meciéndose sobre mi misma cuando Fred se sienta junto a mi con una sonrisa en el rostro que me cuesta devolver.

La cálida mano de Fred toma la mía y me obligo a mirarle a sus ojos. Ojos cafés y radiantes que inspiran confianza y tranquilidad, y bueno, ciertas ganas de meterse en problemas.

—Me gustaría pensar que estoy soñando, sabes. —Le digo en un tono casi inaudible, lo que me obliga a toser para recuperar la voz.

—Pues yo no, si es un sueño, despierto y no estás conmigo, podría matarme. No te gustaría.

Sus palabras me conmueven, Fred no suele ser romántico ni cursi, pero cada vez que lo hace, lo hace en el momento justo. Me acerco lentamente a él y beso su mejilla con suavidad para luego recostar mi cabeza sobre su hombro. Volver a sentir su aroma es reconfortante.

—Tenía miedo de que te pasara algo. —Confieso mientras siento como su brazo me rodea con fuerza.

—Nah, a mi no me pasa nunca nada. —Dicho esto me toma del mentón y me besa. Siento sus labios como un fuego que me reconforta aún más, y la necesidad de tenerlo conmigo que por tanto tiempo me ha acompañado se asoma sonriente de ser disminuida. Lo amo.

—Ojalá no te pase nada. —Susurro cuando nos separamos. Luego alejo mi cabeza levemente y me obligo a sonreír. —¿Te imaginas quedas desorejado como George? ¿O si una pierna? No me gustaría casarme con un cojo.

La ceja izquierda de Fred se alza y una sonrisa ladeada decora su rostro de una forma burlona. —¿Casarme? Oye, tranquila ¿sí?

Solté una risita y volví a besarlo levemente, pero un nuevo pensamiento atacó mi mente que me obligó a separarme.

—Prométeme que vas a sobrevivir. —Mi voz sonaba suplicante, lo estaba. —Fred, porfavor. Prométemelo.

Fred arruga el ceño y desvía su mirada hacia la nada, rasca su nuca y luego apoya la cabeza en la muralla. Cierra los ojos y se encoge de hombros.

—Te lo prometo. No puedes casarte con un muerto ¿verdad?

➵➵➵


En la boda de Bill y Fleur me hicieron pasar por una prima veela por ser rubia. Me dieron lentillas de un celeste muy claro y mucho maquillaje, honestamente no fue muy entretenido estar horas sentadas con la madre de Fleur maquillándome y escucharla cuestionar sobre mi belleza. Ya, está bien, no soy una veela, pero mi autoestima es importante y esa mujer lo destrozó por completo: que soy muy flaca, desaliñada y pálida. ¡Y qué!

Ni siquiera quise saber la razón por la Fred a mi lado parecía estresado. Se desabotonaba el primer botón de su camisa y tira del corbatín para aligerarlo. Nos tocaba ayudar a las personas a tomar su asiento correspondiente y fue bastante aburrido, ya ni siquiera sé cuantos Weasleys existen en este mundo. Todos parlanchines y felices, excepto por tía Muriel que dijo que soy muy bajita para ser una veela y se ganó mi odio.

—¡Esto es ridículo! —Gruñe Fred despeinándose el cabello. Honestamente, la sra. Weasley le ha obligado a ponerse un traje incómodo, peinarse y añadiendo al estrés de una boda y tanta gente, considerando además de que a Fred detesta que le prohiban cosas, no me extraña lo molesto que está. —Cuando nos casemos Tai, encerraré a mi madre. La ceremonia será pequeña y podrán venir vestidos como se les dé la gana.

—¿Cuándo nos casemos? —Preguntó un tanto extrañada intentando evitar la sonrisa esperanzada de mi rostro. Ese nivel de compromiso no se lo esperaba del pelirrojo.

—Ya no está tan enojona. —George defiende a su madre pareciendo ignorar aquella declaración. Como si fuera normal que te pidieran matrimonio, porque yo sentía que me acababa de comprometer y ya quería anunciárselo a todos. Bueno no a todos, tal vez sólo a Harry.

—Me vale. —Le responde Fred de mala gana y George se encoge de hombros para luego irse muy rápidamente a ayudar veelas verdaderas, bastante entusiasmado. Dejándonos por fin solos, con nuestro mutuo deseo de ser uno del otro. —Sí, cuando nos casemos. —Dice entornando los ojos y da un paso hacia mi. —Irás a donde tengas que ir y volverás viva. Derrotaremos al innombrable y volverás a mi, viva. Prométemelo.

No puedo negarlo, me dieron ganas de llorar. Pero me contuve, y esas palabras desesperadas fueron el mayor de mis consuelos en mis días de buscadora de horrocruxes.

Aclare mi garganta y lo miré directamente a los ojos.

—Te lo prometo.

If I Stay // Fred Weasley Donde viven las historias. Descúbrelo ahora