Draco Malfoy.

1.1K 62 28
                                    


Doblo en una esquina y me quedo quieta tratando de no hacer ni el más mísero ruido, ninguna de esas tres figuras puede notar mi presencia. Esto ya no es el antiguo Hogwarts, ni somos las mismas personas. Si me ven, me matarán.

No le tengo miedo precisamente a Draco Malfoy, el rubio platino cobarde. Sí a los dos gorilas que tiene a su lado: Crabbe y Goyle. No creo que sigan respondiendo a sus órdenes, los Malfoy han perdido todo su poder. Pero si de algo estoy segura es que no me dejarían viva, son tres contra una y no puedo arriesgarme aunque quiera enfrentarlos. Sería estúpido.

Me doy media vuelta con los nervios a flor de piel y me paralizo por completo al escuchar mi nombre. Me han descubierto. Malfoy me ha llamado, pero su voz no detona malicia, ni deseos de hacerme sufrir. Suena cansado y debo admitirlo, casi me ha dado lástima. Calmo mi respiración antes de voltearme a enfrentármelos, el mortífago me mira con un semblante extrañamente tranquilo, mientras que Crabbe y Goyle poseen miradas sádicas.

—Respóndeme algo. —Habla Malfoy. —¿Dónde está Harry?

Miro a todos lados como si lo buscara y me encojo de hombros de manera burlona. —No lo veo por aquí.

—Muy graciosa, Potter. Ahora dime donde está, prometo que no le haré nada.

—¿Tú? ¿Hacerle algo a Harry? —Reí con sorna. —No tienes las agallas, Malfoy.

Su rostro se endurece y su labio le tiembla, Crabbe emite una risa tan maquiavélica que logra ponerme los pelos de punta y abandonar cualquier indicio de valentía que había logrado reunir.

—Deberíamos matarla y ya. —Dice Goyle, como si nada. Como si matar fuera como ir a tomar un helado, y palidezco.

—El señor tenebroso no la quiere a ella. No es nadie. —Continua Crabbe, ambos miran a Draco. Él es quien debe decidir.

—Bien, me he aburrido de ustedes. —Dije lo más valientemente posible. Los ruidos y gritos de todo tipo resonaban por el lugar, se acercaban. Siento pisadas correr y no puedo prever si son buenos o malos. —Me iré.

—Tú no vas a ninguna parte. —Ordena Malfoy. —Podríamos usarte de señuelo. —Añade más para si mismo.

Crabbe y Goyle me apuntan con sus varitas y doy un paso atrás empuñando la mía. Ambos lanzan hechizos, desvío uno y el otro lo hace Fred. ¡Fred!. Mi alivio queda reservado para después, en ese momento tenía a Fred a mi derecha y George a mi izquierda, listos.

Goyle comienza a lanzar hechizos que George desviaba con destreza. Crabbe por su parte mira a Fred con rabia contenida y el alma se me vino a los pies. Empujo a Fred con rapidez y caigo al suelo sintiendo un dolor insoportable, como si miles de cuchillos me estuvieran penetrando. Aquel dolor dura solo escasos segundos, suficientes para dejarme escalofríos y un estremecimiento en todo el cuerpo. Fred me levanta con cuidado del brazo y puedo notar que Malfoy y sus seguidores se han ido.

—¿Estás bien? —Pregunta George.

—Cállate, desorejado. —Dice Fred. —¿Estás bien?

Los miro a ambos y sin evitarlo me puse a reír. No puedo creer que en un momento como este a Fred se le ocurra molestar a George. Los gemelos se miran entre ellos antes de mirarme a mi.

—Estás...

—Loca...

—De remate.

La sonrisa de Fred de pronto titubea y miro hacia otro lado. —Pensé que quería matarte. —Murmuro un tanto acobardada ante la mirada de los hermanos.

—¿Qué? —Pregunta George.

—Estás demente Tai. —Dice Fred en tono de reproche. —No te vas a morir por mi culpa.

If I Stay // Fred Weasley Donde viven las historias. Descúbrelo ahora