Uno

3.4K 181 10
                                    

Lo gritaste bien alto, pero no puedo oír una palabra de lo que dices

Había pasado solo una semana cuando noté el cambio de comportamiento en Eric. Se puso tenso, y comenzó a cerrarse. A menudo veía una mirada tormentosa en su cara, como si él estuviera atrapado en algo serio. No era el único, tampoco. Tenía mi propio problema por el que preocuparme sin esperar que Eric se enojara conmigo.

Era viernes cuando comencé a preocuparme. Le pedí a Eric que se uniera conmigo en el almuerzo, pero él declinó rápida y severamente. Ni siquiera nos habíamos besado, o siquiera nos habíamos tocado en toda la semana. No sabía qué pensar, mi mente estaba en otro lado.

Solo entonces confié en Cuatro. Lo que me enteré, no lo disfruté exactamente.

"Creo que Erudición está planeando alguna clase de ataque. Los líderes de Osadía están involucrados." Su voz preocupada me dio escalofríos.

"Eric no ha mencionado nada. Nadie lo ha hecho. Necesito saber qué está pasando." Le dije, mirando a los monitores de vigilancia en frente de nosotros.

"No creo que deberías hacerlo."

"¿Por qué?"

"Porque sí Lucy. Si ellos quisieran que tú supieras, creo que ya te lo habrían informado. Voy a inspeccionar. Tratar de averiguar qué es lo que están escondiendo."

"Cuatro, estoy preocupada- no sé cómo actuar delante de Eric. Es como si él hubiera perdido sus emociones. Solo se pasea como alguna clase de máquina."

"Necesitamos averiguar qué está pasando. Erudición y Osadía han estado interactuando mucho últimamente. Jeanine viene aquí casi todos los días ahora."

Suspiré pesadamente, mi cabeza dando vueltas. No solo Eric estaba actuando extraño, pero aún tenía que entrenar iniciados. Sin mencionar mi otro problema. El más importante. Lo único que parece cruzar mi mente últimamente.

"Cuatro, solo prométeme que lo que sea que pase, harás lo correcto. Jeanine es sigilosa, sé que está cocinando algo en esa cabeza hambrienta de poder que tiene."

Su sonrisa tranquilizante cruzó sus labios.

"Yo tendría que estar pidiéndote eso. Porque por lo que puedo ver, parece que Eric no está en la misma página."

********************************************************************************

Esa noche estaba sentada en el sofá, mirando a Eric recorrer la habitación en silencio. Se estaba sintiendo preocupado, y casi que no sentía la necesidad de preguntarle por qué. Pero sabía que tenía que saber. Tomé una respiración profunda, mirándolo mientras él continuaba con sus pasos concentrados por la alfombra de felpa.

"Cariño..." dije, pero sonaba más como un susurro.

Eric se detuvo abruptamente, sus ojos oscuros encontrándose con los míos. Lucía frustrado.

"¿Qué?" preguntó, casi sonando molesto.

"¿Hay algo en tu mente? Has estado un poco distante últimamente."

Sus ojos miraban los alrededores, evitando los míos ahora. Su mandíbula estaba apretada, y podía ver sus músculos tensándose a través de la tela de su camisa negra,

Finalmente, con un suspiro pesado, se sentó a mi lado. Su mano descansaba arriba de la mía en mi rodilla.

"Está pasando algo, y necesito que estés a mi lado."

"¿Qué?" lo apuré.

"Jeanine está ordenando un ataque a Abnegación."

"¡¿Qué?!" grité, parándome frente a él.

Él se levantó, tomando un paso hacia mí y estirándose para tomar mi mano nuevamente.

"Ella está buscando algo, no estoy seguro de lo que es. Pero si no lo encontramos, toda la ciudad podría estar en peligro. Alguien en Abnegación lo está escondiendo..."

"Eric, ¿qué estás diciendo? ¿Estás de acuerdo con eso?"

Esto era. Sabía que Jeanine era mala, pero nunca la creí malvada. Estaba usando a Osadía como títeres.

"Bueno, sí. Los Divergentes son un problema, y esto podría ayudarnos a curarlos."

"¿Curarlos? ¿Piensas que los Divergentes son una enfermedad?"

Él suspiró, sintiendo mi ansiedad mientras me alejaba más de él.

"Cariño, esto va a hacer todo mejor. No más sin facción, todos en su lugar correcto."

"¿Cómo puedes decir eso? No lo entiendo. Eric, ¿a qué quieres llegar?"

Él se acercó, sus ojos desesperados ahora.

"Por favor, solo mantente de mi lado en esto. Jeanine sabe que va a haber resistencia. Se nos darán órdenes de contenerlos. Por favor, escoge el lugar que va a salir triunfante."

"¿Acaso te estás escuchando? ¡¿Qué es esto, el Holocausto?! ¿Vas a exterminar a todos los que no encajen en el perfecto sistema de Jeanine?"

Estaba temblando ahora, no queriendo creer lo que él había dicho.

"Bebé, sé que suena mal. Pero solo quiero que estés a salvo. Jeanine está usando a Osadía para atacar Abnegación y encontrar lo que sea que está buscando. Ahora eres una líder de Osadía. Necesitas subir a bordo con esto."

"No. Esto está mal. ¿Cómo espera que estemos bien con esto?"

Se detuvo por un momento, frotando su nuca con su mano.

"No es tan difícil de entender. Los Divergentes son una amenaza. Para que el sistema pueda funcionar, necesitan ser curados. Si no, podrían causar un caos total. Si puedo ayudar, entonces quiero hacerlo."

En ese momento, supe que a Eric no te importaba ayudar. Me pasé el último año diciéndome a mí misma que él era bueno. Que no solo era un despiadado, sin corazón y controlador cabrón. Pero aquí estaba, la verdad mirándome a la cara. Me sentía destruida, como si me hubieran mentido todo este tiempo.

"¿Fue real?" pregunté en voz baja, mirando a mis pies.

"¿Qué?" preguntó.

"Nosotros. ¿Fue real? ¿O solo fui un peón? ¿Alguien para mantenerte entretenido? Pensé que eras diferente. Traté tanto de ignorar tu actitud. Pero ahora puedo ver que eres exactamente quien eras el día que te conocí."

"Cariño, ¿qué estás diciendo?"

Su larga mano se encerró alrededor de la mía mientras él observaba mis ojos vidriarse. Lo único en mi mente era cuán relajado estaba. ¿Cómo estaba bien atacando gente inocente?

"Solo quieres poder. Como Jeanine, quieres ser el jefe. Déjame adivinar, ¿ella los puso a ti y a Max a cargo? ¿Les dijo que si todo salía como estaba planeado, los iba a promover o algo?

"Bebé-"

"Cállate. Lo sé ahora. Tienes algún tipo de resentimiento con el mundo. No hay otra razón por la que estaría bien con esto. ¿Quién te hizo así?" pregunté, buscando sus ojos por una respuesta.

Se volteó repentinamente, apretando sus puños a sus lados.

Hubo un largo silencio antes de que volviera a hablar.

"Mi padre fue Divergente..."

Cuando su cabeza se volteó y miré hacia sus ojos expuestos, pude ver la mirada de odio en ellos.

Está culpando a la divergencia por el abuso de su papá a su mamá...

Ahora tenía sentido.

Sin otra palabra, me volteé en silencio y dejé su apartamento.

Stone Hard, Machine Gun | Eric Coulter Fan FicciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora