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El inicio

Las mañanas siempre inician así para Melanippe Callis, pasear a su perro 'Summer' por el parque para después llegar a la cafetería Corvae y tomar su tan requerido café para impulsar su día. Desde hace años que la misma rutina se repite en su vida y eso a veces le agobia. Nunca ha sido capaz de romper la fuerza de la costumbre de sus pasos, le aterra lo desconocido y atreverse a dar un paso hacia ello no es para gente como ella, o es lo que siempre se repite mentalmente.

Theo, ve a Melanippe todas las mañanas desde su lugar detrás de la barra del café. Han pasado un par de años desde que comenzó a trabajar en Corvae como barista y desde el primer día se ha sentido cautivado por la presencia de la mujer. El joven se recarga sobre el mostrador para mirar a la tímida castaña pasear con 'Summer'. Theo sabe que los dos minutos en que intercambia algunas palabras con ella son lo que hacen valer su vida; pero por más ganas que tenga de cambiar eso, sus propios pensamientos no le dejan. Jamás se fijará en ti, se dice cada vez que Mel se despide educadamente de él.

Pero esta mañana algo podría cambiar.

Theo sigue con la mirada al enorme San Bernardo y a su dueña, les ve caminar por el centro del parque cuando dos personas altas personas les pasan para rodearlas. La alta, muy alta, mujer rubia parece preguntar algo a la castaña mientras el hombre con bigote se hinca para acariciar a 'Summer'. De repente el corazón de Theo se detiene cuando ve a la mujer empujar a Melanippe y al hombre cargar al enorme perro entre sus brazos para correr.

El joven no tiene la menor duda en su mente cuando salta por encima de la barra del café para correr detrás de los secuestradores. El alto ladrón forcejea con el San Bernardo pero la fuerza en sus brazos parece ser suficiente para soportar sus embates. La rubia da largas zancadas que parecen imposibles de detener, eso no asusta a Theo que sigue corriendo detrás de ellos sin perderles de vista, es momento en que sus años en el equipo de atletismo de la universidad sirvan para algo.

La pareja sigue huyendo hasta que 'Summer' logra morder uno de los brazos del hombre del bigote y chilla del dolor; aún así, no le suelta. Theo se está quedando sin aliento, ha olvidado cuántas cuadras ha corrido ya a una alta velocidad, al menos, la que su lastimada pierna le permite. Hace tres años Theo tuvo que abandonar su sueño de ganar una medalla en las olimpiadas después de que una lesión en su rodilla derecha lo incapacitó para competir; después de eso, el joven simplemente se dedicó a sus estudios y decidió jamás volver a intentar correr.

Después de eso, Theo no se volvió a sentir vivo, ni digno de este mundo. El deporte era su vida y cuando el destino se lo quitó se convenció que no era merecedor de nada bueno que tuviera el mundo para él. Incluido entre ello, alguien que le quisiera. Mucho menos alguien como Melanippe Callis.

Theo está perdiendo la batalla en la distancia entre él y los captores, su mirada se nubla por un momento, es cuando se da cuenta que está llorando por la incapacidad de alcanzarlos. El joven limpia las lágrimas pero siente que su pierna lastimada no da más.

Antes de que se de por vencido, alguien interrumpe su carrera; un simpático hombre de barba ha abandonado su vieja bicicleta en medio de la banqueta y entra a la librería más cercana. Theo entonces puede ver la oportunidad frente a sus ojos. Sabe que más tarde se preocupará por reponer la molestia de lo que está a punto de hacer.

El bronceado joven toma la bicicleta y comienza a pedalear tanto como sus apéndices le permiten. En cuanto la pareja entra a un callejón sin salida, no lo piensa dos veces y salta desde el vehículo para a atrapar al hombre que al sentir el golpe en su espalda suelta al perro que logra escapar sin un rasguño. El mismo impulso del impacto hace que el secuestrador choque con su cómplice y la rubia pierda el equilibrio, cayendo también al suelo.