1. ¿Que esta sucediendo?

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Me llamo Emma Rose, más conocida como la princesa de Inglaterra. Tengo 20 años y toda mi vida he estado prácticamente encerrada dentro de el palacio real. Mi familia está constituida por cinco miembros, mi padre, el rey Magnus, mi madre la reina Cordelia, mis dos hermanos menores, Jack y Khloe y por último yo. Siempre he querido ser normal, vestir como una chica de mi edad y poder salir a fiestas, pero desafortunadamente mis padres no me lo permiten, dicen que debo comportarme como una princesa digna.

Era un lunes por la mañana y mi ama de llaves Marie me despertó, a Marie yo la quería como una madre, ya que llevaba más de 25 años sirviéndole a mis padres, ella me vio nacer y ayudo con mi crianza, me encamine hacia mi baño y seguidamente me dispuse a bañarme los dientes, me di una ducha rápida y me puse un vestido muy elegante, hoy saldríamos a el pueblo con mi madre, daríamos varios paseos y socializaríamos con la gente, esto es muy poco común pero lo hacemos ya que habrá una gran fiesta que dará mi padre para el festejo de el cuarto bebe de mi madre, viene un pequeño príncipe en camino, vendrán reinos de todo el mundo a festejar, lo que significa que habrán príncipes que mi padre buscara para que sea mi prometido. La fiesta se daría el día de mañana en el palacio a las 6:00 de la tarde.

—Hola madre—Salude a mi madre mientras bajaba las escaleras de el castillo.

—Buenos días Emma—Dijo mi madre mientras se dirigía a la entrada principal.

—Buenos días Marie—Salude a mi querida ama de llaves.

—Buenos días alteza—Dijo mientras hacia una reverendo, odiaba que hicieran eso pero no tenía de otra.

Subimos a el carruaje real y nos encaminamos hacia el pueblo. Al llegar toda la gente se hizo a un lado para dejar que el carruaje pasara. Bajamos primero mi madre y luego yo, todo el mundo hizo una reverencia, comencé a saludar a todas las personas, hablaba con los niños y tenía charlas agradables con los ancianos, me sentía bien, pero la felicidad no duró mucho ya que era tarde y teníamos que volver. En el camino hacia el palacio no dije ni una sola palabra al igual que mi madre. Apenas el carruaje se detuvo, no dudé y me baje lo más rápido que podía, estos tacones me estaban matando, entré y subí hasta mi cuarto, arroje los tacones y me lanza sobre mi inmensa cama, tenía un cuarto bastante amplio, pero muy solitario. Me dirigí a el balcón y podía apreciar las luces de el pueblo, la música se escuchaba hasta acá, las risas y la felicidad se sentía, creo que el tenerlo todo no implica ser feliz.
Me quite el vestido y me metí a mi bañera, mientras me daba el baño me sentía rara, me dolía mucho la espalda, y mis ojos ardían. No sabía si es que se me había metido jabón o que pero rápido salí y me mire en mi espejo, no lo podía creer tenía el iris de el ojo de un color rojo intenso, que estaba pasando. Me puse una toalla y rápido me dirigí a la puerta de mi habitación, escuche a Marie hablar con unos sirvientes así que rápido la llame lo más duro que pude, ella se percató y vino rápido a ver que pasaba.

—Alteza que ocurre?—pregunto Marie mientras cerraba la puerta a sus espaldas.

—Marie, algo no nada bien, mira mis ojos—dije mientras señalaba con mi dedo a uno de mis ojos.

María hizo una expresión de asombro y rápido trajo una toalla mojada de el baño, me la piso sobre mis ojos y me aconsejo que descansara, pero yo no creía que era sólo un resfriado o una enfermedad, creo que era algo más.

Estaba todo oscuro, baje por las escaleras de el palacio y me encontré con mi familia, un dolor en mi espalda me hizo retorcer, no sabía que estaba pasando, tods me miraban pero nadie decía una sola palabra, me lance de rodillas a el suelo y comencé a gritar mientras las lágrimas brotaban de mis ojos, tenía me lindo, nadie me ayudaba, sentía como un líquido derramaba por mi espalda, las luces se encendieron y pude ver por fin, era sg andres mi espalda estaba derramando sangre, cerré los ojos y sentí como algo grande salía de ella, eran dos alas, una blanca y una negra, que era esto, no tenía fuerzas para pararme, vi hacia un espejo que estaba a mi derecha y pude ver que ahora tenía un ojo azul cielo y uno rojo intenso, mi cabello se estaba tornando dorado, pero era sólo una parte, saqué las fuerzas de mi interior y me puse de pie intente salir pero a el momento de abrir las puertas sentí como todo se oscurecía y desperté.
Estaba muy asustada, no sabía por que había soñado eso, rápido me pare y corrí hacer oía el baño, estaba muy mojada, creo que había sudado. Me di un baño con agua fría mientras pensaba en mi sueño, ¿por qué había soñado eso? ¿Qué significa? ¿Tendrá algo que ver con mis ojos? ¿Por qué mi familia no me ayudaba?. Deje a un Aldo mis pensamientos y salí de el baño, hoy era el día de la celebración. Banda tomar mi desayuno, la misma rutina de siempre, me sentaba con mi familia a desayunar mientras Marie nos servía todos los platillos, daba las gracias y subía a mi habitación. Al llegar Dos doncellas vinieron a ayudarme con mi vestido y a arreglarme para esta noche, al terminar ya casi eran las 6:00 no podía creer que había durado tanto tiempo arreglándome, pero una princesa tenía que verse bien así que pues no me importaba la verdad. Baje las escaleras y todo el mundo quedo i presionado con mi belleza. Hoy tendría que usar mi corona, ya que normalmente no me gusta usarla pero hoy mi padre me obligo a portarla para dar una mejor impresión.

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