14. Una Visita A La Ciudad 2/2

36 5 12
                                    

** Este episodio contiene música, por favor reproducirla cuando se indique**

Narra Nathan

Debía admitir que ver a dos miembros de la realeza pedir dinero en las calles de Copenhagen era muy divertido.

—S-señor... ¿Puede darme dinero?—Preguntaba Allen a un adulto mayor que pasaba frente a nosotros.

—Mendigos asquerosos, ¡Escorias que ensucian las calles!—Respondió a los pedidos de Allen.

—¡VIEJO DECRÉPITO!, no sabe con quien se esta metiendo—Gritó Allen, gracias al cielo Emma lo detuvo antes de que el pequeño rubio atacara al adulto mayor.

Me acerqué a los dos chicos, parecían estar odiando esto. Debo admitir que me sigue causando gracia.

—Niños mimados, dejen ya de hacer eso. Creo que con lo que recolecte yo nos alcanza para comer algo—Comenté. Los ojos de Emma y Allen se iluminaron.

—Eres estupend...—Allen se vio interrumpido por una mano que lo hizo girar.

—¿Acaso tú eres Allen Allard?—Pregunto un chico joven al rubio.

—Y-yo... ¿De quien hablas?—Preguntó Allen tratando de soñar convincente.

—Hmm.. Hay algo en ti que me recuerda a ese malcriado príncipe—Hablo el joven entrometido.

—Que diji...—Antes de que Allen pudiera decir algo, tape su boca con mi mano.

—No, estás equivocado. Nosotros tres solo somos hermanos que buscan dinero para sobrevivir—Dije, el muchacho solo me miro con duda, pero al final asintió.

—Como sea... No imagino que el este acá. Según sus padres fue enviado a un internado para príncipes y princesas en Suiza, al igual que la hermosa Emma de Inglaterra—Habló el joven. Emma se sonrojó.

—No se quienes sean, pero nos vamos—Finalice, alejándome del joven con mis dos amigos.

Caminamos hacia una tienda, y al ingresar fundimos respirar.

—Fiú, eso estuvo cerca—Habló Emma.

—Si... Casi nos descubren—Dijo Allen.

—Ustedes si que no conocen nada del mundo real, muchos años viviendo en esa burbuja donde todo es perfecto los ha dejado ciegos—Hable ahora yo.

—Tsk. Nada es perfecto Nate—Hablo Emma.

—Como sea, Gracias—Agradeció Allen.

—Cuando quieran pequeños—Respondí.

—Pequeños... No te creas muy grande solo por que tienes 19–Dijo Emma.

—Aún así soy mayor que ustedes dos, y a los mayores se les respeta—Dije con un tono burlón.

Mis dos amigos solo rodaron los ojos y decidimos pedir unas bebidas calientes, solo nos alcanzó el dinero para eso, lastimosamente.

Al fin pude conectar mi celular a una toma de corriente, y por suerte este aún servía. El agua no lo había estropeado.

Cuando este dio señal de que estaba encendiendo, no dude en llamar a la pelirroja.

—Agh, no contesta—Dije mientras colgaba la llamada. Había tratado tres veces y no cogia el teléfono.

—No creerás que nos abandonará acá, ¿O si?—Preguntó Emma.

—No lo se, pero deberíamos ir por Aria. Son las 2:00 pm y no sabemos que esté pasando con ella. Apresuremonos.

AtaraxiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora