~~~ °°°Ceniza a las Cenizas°°° ~~~

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Se había quedado dormido llorando, Albafica se acurrucaba en su pecho y sus piernas estaban entrelazadas.
Un cosmos emergió del suelo, imponente e iracundo, desde el centro de las sombras, Violatte de Behemoth se levantó

—¡Hey tú!  —

Le gritó a Shion, el golpe de su cosmos hizo abrir los ojos a los amantes, quienes observaron atentos a la mujer al pie de la cama, con su largo cabello suelto como en un velo, la estrella de la soledad portaba una túnica negra lisa con un velo en el mismo tono que sólo dejaba al descubierto sus ojos, Shion se sentó en la cama, mirándola sin decir nada y Albafica se dedicó a mirarle soltando a Shion

—El gran Dios Hades requiere tu presencia en el salón del trono, vístete adecuadamente  —

La voz de aquella mujer, tan llena de arrogancia y valor, no, no olvidaría los recuerdos de Leo y su batalla, pues la armadura se los había mostrado hacia un siglo en Star Hill.
Un beso en los labios fue su despedida, una vez vestido hizo ademán de querer salir, la dama de las sombras le cerró el paso, dejando una mano sobre su hombro lo empujó al interior de la oscuridad y al siguiente pestañeo estaba en Geudeca, Pandora esperaba con una armadura bastante familiar a su lado, era Aries, pero en una versión oscura, con los mismos colores que las Surplice

—Shion de Lambda Arietis, General de los caballeros Sapuri... recibe la armadura de Arietis y pelea del lado de Hades en esta guerra santa  —

La voz de Pandora era autoritaria en su totalidad, orgullosa, detrás de ella se veía el trono vacío, pero el cosmos de Hades se sentía como una sacudida en la espina, una migraña permanente. Shion se hincó, cabeza abajo incendió su cosmos y la armadura oscura brilló con fuerza antes de viajar al cuerpo de su nuevo portador; una vez de pie, sintiendo el peso del metal y el cosmos maligno que emergía de él, la misma Violatte sacó una daga y desde la espalda del caballero en un movimiento cortó su cuello, derramando su sangre viva sobre el metal, Shion, sorprendido, no pudo hacer nada para controlar la cascada carmesí que corría, mirando sin miedo a Pandora cayó de bruces inconsciente.

Abrió los ojos de golpe.
¿Qué era eso? Era sin duda alguna su cuerpo pero se sentía... diferente.
Nadie le había movido, se levantó del suelo con fuerzas renovadas, sintiendo su cosmos fluir perfectamente, ya, ahí estaba eso que le hacía sentir diferente, cuando se quedó lo suficientemente quieto, descubrió que su corazón había dejado de latir, la respiración era una opción y no una necesidad, se preguntó si realmente eso era estar muerto.

—Sube cinco escalones hacia mi  —

Ordenó Pandora, Shion miró al rededor y descubrió que estaban solos, accedió, estaba a la mitad entre Pandora y el suelo, a un segundo de abrir la boca cuando una sombra emergió del suelo.

El cadáver de un caballero había aparecido al centro, congelado por completo, el cosmos de Hades le hizo enderezar la espalda y sus rodillas se doblaron en una reverencia sin pensarlo, el cuerpo tirado al centro comenzó rápidamente a restaurarse, desapareció el tono negro de las venas, la piel tomó calor y regresó a la textura correcta, por último, cuando aquél hombre parecía dormido, el cosmos de Thanatos irrumpió en el trono y un grito desgarró la garganta del hasta ese momento occiso, Deathmask de Cáncer había sido revivido.

Todo se apagó de pronto, Thanatos regresó a su sueño y el cosmos de Hades se sintió tan distante como al inicio, entonces Shion pudo levantarse, estudiaba en su mente todavía las reacciones de ese cuerpo, pero su rostro se mantuvo tan tranquilo que era indescifrable; miró fijamente al hombre que ante ellos jadeaba, Cáncer miraba al rededor, cuando se encontró con Shion, sus ojos se abrieron como platos, en el acto se hincó

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