La oveja rosa de la familia

Destino

Una gota de sudor deslizaba por aquella piel blanca, una sonrisa sádica conjunta de excitación se situó en su rostro, debía estar loca al sentir aquello, pero era inevitable; al fin tendría una batalla con un Uchiha, no cualquier Uchiha, al parecer la más poderosa.

Sakura tomó su kunai y se puso a la defensa.

Naori desenvaino sus dos espadas cortas. Sakura tenía que ser precavida, el fuerte de su rival eran sus ojos, el sharingan, pero no cualquiera, el Mangekyo; el poder máximo de un Uchiha. Sakura respiró profundo, sabía que tenía a un rival poderoso, pero tenía que confiar en sí misma.

El primer movimiento lo dio Naori, sin preocupación alguna y en movimientos suaves, atacó a Sakura en rápidos y precisos golpes con sus espadas. Sakura detuvo con su kunai, pero no era suficiente el kunai, estaba siendo atacada por dos espadas, así que tenía que ser rápida y esquivar el segundo ataque. Sucesivamente Naori atacaba con sus espadas, Sakura se sorprendió ante su velocidad y habilidad Innata, digna de un guerrero Uchiha.

Madara río ante los torpes movimientos de la chica, mientras Tsunade fruncía el ceño, preocupada.

Sasuke estaba realmente nervioso, la batalla había comenzado mal para su novia. Fugaku soltó un monosílabo en burla, la chica era peor que Izumi, no había duda, ironías de la vida, pensó.

Itachi e Izumi no perdían movimiento alguno, Itachi estaba a punto de activar su Sharingan para no perder detalles de la pelea, pero Izumi se lo impidió, llamandole la atención. Itachi comprendió, Madara lo tomaría como trampa, podía confundir sus actos. Un ejemplo: usar el Sharingan para ayudar a Sakura.

El Hokage sonreía- Tsunade, tu alumna dio un mal comienzo.

Tsunade no contesto, solo observaba.

Sakura estaba sudando, tenía que hacer algo ya, observaba los movimientos de Naori, tenía que encontrar un punto para dar su golpe. Sakura de un salto se alejó de Naori.

Ante esto Madara soltó una carcajada, haciendo que Sakura se enfureciera.

Sakura trato de calmarse, no era momento para hacer caso al vegete. Sakura concentro chakra en la palma de su mano, ahora ella atacaba a Naori; sus movimientos se habían hecho más rápidos, demasiados rápidos dejando anonadados a varios Uchihas presentes. Naori reconoció los movimientos, desde que vio a Sakura supo que no era para nada débil, su rombo en la frente la ponía en alto; sólo bastaba de un golpe de ella para eliminarla. Los uchihas eran poderosos, supremos para muchos, pero ella sabía que la fuerza de Sakura era colosal, podía ser dañada con un solo golpe de la chica. Ahora era Naori la que decidió tomar distancia, pero Sakura no lo permitió. La velocidad de Sakura aumentó, Naori volvió a atacar con sus espadas, tratando de evitar el golpe de la chica. Una de ellas se impactó de un costado, chocando de lleno contra el puño de Sakura, un punto clave.

El silencio y las miradas sorprendidas se hicieron presentes. Una de las espadas de Naori había sido destrozada, los añicos de hierro caían, Naori sonrió ante la situación.

-Muy bien Haruno, hiciste añicos mi arma- Naori arrojo su última espada- está ya no me sirve, es una pena, eran mis espadas favoritas, pero es hora de pelear en serio- Naori activo su Sharingan.

Sakura sabía que la verdadera batalla comenzaba, el sharingan era su peor enemigo se presentó en ese momento. Tania que crear una estrategia, su fuerza bruta no le ayudaría en nada.

"Regla numero 1: Pasé lo qué pasé no mires a los ojos a un uchiha- Sasuke tenía una mirada endurecida.

-pero a mí me gusta mirarte y eres un Uchiha- Confesó con un leve sonrojo.