MIÉRCOLES, 9 DE MAYO DE 2012
me llevan
Me llevan. Estoy acostada en una camilla de hospital, cuatro manos de dos enfermeros me trasladan al quirófano. Tengo menos miedo de morirme que a que mis hijas no vuelvan a verme. ¿Qué van a hacer sin mí? Nadie más sabe qué decirle a Adolfina para que deje de llorar. Nadie más sabe cuáles son la cuchara o el tenedor que busca Cordelia todos los días en el primer cajón. Yo sé cuáles son las palabras y los cubiertos, los demás lo ignoran.Me llevan y tienen que hacerlo, porque si no, puede que no vuelva a tener hijos. Me llevan y pienso que me duerman rápido, quiero soñar, despertarme y que él me diga que todo está bien.
Me llevan y miro directo al techo del sanatorio, franjas grises que pasan, y pasan, y pasan y luego doblan y siguen pasando. Las voces de los enfermeros que no puedo ver piden permiso, yo sigo acostada, sin voluntad, viendo las franjas pasar. Cuidado, te vamos a pasar a otra camilla me dicen y siento que me acomodan en otra cama y leo un cartel que me inquieta, sala de cirugía, trago fuerte y respiro.
Me llevan y ya estoy en el quirófano. hola, mi nombre es Florencia y voy a estar presenciando toda la operación. Si tenés alguna duda, me podés consultar antes de que te durmamos. Y yo quiero que me duerman, no tengo preguntas. Hola, cómo estás? me saludan los ojos más pacíficos que contemplé en años me llamo María, estás bien? Necesitás algo? mientras me habla me acaricia la cara. Siento que tengo ocho años, la voz me sale aguda y débil estoy bien, muchas gracias.
hola cielo escucho su voz y me hincho de confianza. Es Diego, mi ginecólogo. Lo quiero mucho y casi no lo conozco, pero me ha visto quejarme de dolor de panza hace seis años, me ha descubierto entonces un tumor, me lo ha sacado con mucho cuidado, me ha descubierto cuatro días después un embarazo. Te quiero, Diego, y quiero mucho a este lugar. Este hospital ha recibido a mis dos hijas, me ha visto llorar de angustia, de emoción, de alegría y paralizarme de miedo. Parte de mí vive acá. Diego me ha vuelto a ver tiempo después para decirme que el tumor no se fue del todo, que está de vuelta. no es urgente, pero no puede esperar más de un mes.
Le pregunto si podemos esperar a que pase la feria del libro. Su sonrisa dulce me dice que sí. Siempre tan delicado, tan amoroso, Diego siempre, siempre dice que sí.
Me miró a los ojos, un brillo severo esta vez, me preguntó querés seguir teniendo hijos?
En mi cabeza el deseo, la voluntad y el dolor se debaten con fiereza. La razón me dice que no, el corazón me pide que sí, el instinto me obliga, la culpa no me deja.
No te puedo contestar eso, hacé lo que tengas que hacer.
El mismo anestesista que me acompañó en los dos partos, me saluda ahora. Mi pelo envuelto en una cofia, el cuerpo desnudo debajo de una bata blanca que se ata por atrás. Lo saludo y me emociono, es el hombre que me evitó anudarme de dolor mientras parí. No me hagas picar le digo pero es tarde porque después de un pinchazo anestesiante en el brazo pasa la intravenosa y me hace arder allí abajo y en la cara. Otra vez me hacés arder le digo y María me pregunta, siempre acariciándome la cara, ya sabés con qué vas a soñar?
Alcanzo a oír que sueñes lindo mientras me tapan la boca y la nariz con un respirador plástico que me deja inconsciente.La anestesia no me permite responderles que sí sé con quién quiero soñar.
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El blog de Cielo
Teen FictionEste libro almacena varios textos diarios encontrados en el Blog de Cielo Latini. Me pareció una buena idea hacerlos capítulos ya que después de su primer y segundo libro no tuvimos obras de ella. No es una copia de sus textos, sino una recopilación...